Gracias al crustáceo tan apreciado y suculento que tuvimos por nuestros ríos y arroyos, hoy en día, ¡(por desgracia, queda ya menos)! y a la feliz idea de las personas que por aquel entonces dirigían nuestro maravilloso Herrera, podemos disfrutar de una fiesta entrañable y maravillosa todos los años, de paso ser más conocido nuestro pueblo debido a dicha fiesta. Saludos.