Ofertas de luz y gas

HERRERA DE PISUERGA: El chiste aunque conocido me ha provocado de nuevo...

Buena foto, aún corservo una de esas pegatinas. lOS CHICOS: LUÍS ANTONIO Y LUÍS LLÉBOLES (no se como se escribe el apellido)

Dice mi hermano que en mi respuesta anterior he sido un poco tosco y aunque no lo ptendía si quisiera disculparme en caso de que también tu hayas sacado esa conclusión

Hola Luis Yeboles,
Mis agradecimientos a tu hermano por su cortesia. Recuerdo con aprecio a tus padres, Carola y especialmente la cordialidad de tu padre Foro.

Puede que algun dia nos pueda pasar lo que en este chiste. Dedicado a todos los foreros con sentido del humor que tenemos cumplidos los 50.

¿No os ha pasado alguna vez que miras a otra persona de tu misma edad y piensas que seguramente yo no puedo parecer tan viejo?

Bueno, leed esta historia:

Mi nombre es Alicia y estaba sentada en la sala de espera del dentista, era mi primera consulta con él. En la pared estaba colgado su diploma, con su nombre completo.

De repente, recordé a un muchacho alto, buen mozo, pelo negro, que tenía el mismo nombre, y que estaba en mi clase de Santa Mª del Bosque, como 30 años atrás. ¿Podría ser el mismo chico del cual yo estaba secretamente enamorada?

Después de verlo en el consultorio, rápidamente deseché esos pensamientos. Era un hombre calvo, su poco pelo estaba canoso, y su cara estaba llena de arrugas, y parecía muy viejo como para haber sido mi compañero de clase.

Despúes de examinarme mis dientes, le pregunté si se había graduado en Santa Mª del Bosque. Sí, Sí, sonrió con orgullo.

Le pregunté: ¿cuándo te graduaste?
Me contestó, en 1980. ¿Por qué me lo preguntas?
Y yo le dije: tú estabas en mi clase.

El me miró detenidamente...
Y ENTONCES, ESE FEO, CALVO, ARRUGADO, GORDO, CANOSO, DECRÉPITO, HIJO
DE PUTA, ME PREGUNTÓ:

¿DE QUÉ ERAS PROFESORA?

Un saludo
Ana O

El chiste aunque conocido me ha provocado de nuevo la risa. Ciertamente nos vemos mejor de lo que realmente estamos y el mejor espejo es cuando nos encontramos con nuestros quintos después de muchos años sin vernos casi ni nos reconocemos lo que hace que parezcamos un tanto estirados y estúpidos cuando en realidad es que no nos identificamos