Me encanta la foto!
Y la carita de la tia Luisa, como siempre desprende dulzura.
Aún la recuerdo, siendo yo una cría, que venia a casa, y junto con mi madre, me ayudaba a memorizar los versos que me tocaba recitar, en el mes de Mayo para ir a ofrecer flores a la virgen... jo, que recuerdos!
Un saludo
Y la carita de la tia Luisa, como siempre desprende dulzura.
Aún la recuerdo, siendo yo una cría, que venia a casa, y junto con mi madre, me ayudaba a memorizar los versos que me tocaba recitar, en el mes de Mayo para ir a ofrecer flores a la virgen... jo, que recuerdos!
Un saludo