Olvidaba comentar que esta foto la coloreó mi padre en algúno de los escasos ratos libres que le quedaban tras las intensas jornadas de trabajo en su oficio de albañilería. Una de las pocas ocasiones en que pudo desarrollar su vena artística. También construyó un avión que hacía las veces de veleta en mi casa y cuyas hélices giraban y giraban con el viento.