Me alegro que os guste. Es que la
casa de la cuarta tiene unas vistas maravillosas, tanto su exterior como lo que se divisa desde sus
ventanas.
Yo recuerdo haber entrado en esa casa cuando era
molino y vivian allí los abuelos de Esmeralda, padres de La Peque. Fué como de película, mil
rincones para esconderse en el interior, como de otra época y el exterior...
agua y
flores.