Está claro que en aquella época entre el cura, el boticario, el secretario, el alcalde y el capitán de la guardia civil teníamos de todo. Yo no entro a valorar eso, a fin de cuentas es historia, buena o mala pero historia. Claro que los métodos eran bruscos, yo no fui a los Salesianos y creo que también se repartía leña.
La cuestión es que con un poco más de cariño seguro que hubieras aprendido lo mismo, aunque yo creo que más. Se permitía el palo y ahora lo recordamos porque ya no nos duele pero no lo consentiríamos en un hijo nuestro. Ahora quizás hay menos respeto y debería haber más disciplina pero de ahí "hincharse a hostias" con un niño porque tiene problemas de aprendizaje hay un mundo y eso lo he visto yo. No pegaba por portarte mal, pegaba por equivocarte al hacer un ejercicio o aquellas crueles correcciones de los dictados. ¿Por qué crees que he dicho lo de HISTORIA sin H?.
Un día tuvo que suspender la clase para llevar a su hijo Tinín al médico por la paliza que le dio delante de todos. Yo por suerte estaba en el pelotón de los "listos" (también cruel nombre) pero cuando se enganchaba con uno nos dolía a todos y todos a callar en clase y en casa. Don Rafael era otra cosa. Don José Antonio (yerno de la Sra. Sión) también era buen maestro. Pero este NO.
Otro día os hablaré de un tal ANTONIO, tenía un mini, pequeño, malo también. Cuando perdía la partida teníamos tarde de perros. Otra joya de la enseñanza.
La cuestión es que con un poco más de cariño seguro que hubieras aprendido lo mismo, aunque yo creo que más. Se permitía el palo y ahora lo recordamos porque ya no nos duele pero no lo consentiríamos en un hijo nuestro. Ahora quizás hay menos respeto y debería haber más disciplina pero de ahí "hincharse a hostias" con un niño porque tiene problemas de aprendizaje hay un mundo y eso lo he visto yo. No pegaba por portarte mal, pegaba por equivocarte al hacer un ejercicio o aquellas crueles correcciones de los dictados. ¿Por qué crees que he dicho lo de HISTORIA sin H?.
Un día tuvo que suspender la clase para llevar a su hijo Tinín al médico por la paliza que le dio delante de todos. Yo por suerte estaba en el pelotón de los "listos" (también cruel nombre) pero cuando se enganchaba con uno nos dolía a todos y todos a callar en clase y en casa. Don Rafael era otra cosa. Don José Antonio (yerno de la Sra. Sión) también era buen maestro. Pero este NO.
Otro día os hablaré de un tal ANTONIO, tenía un mini, pequeño, malo también. Cuando perdía la partida teníamos tarde de perros. Otra joya de la enseñanza.