En la segunda planta de esa casa viví yo hasta el año 69.
En la primera estaba la centralita de teléfonos, aquella en la que llamabas y decías "ponme con el 27" y pinchaban un cable de tu número al 27 y hablabas". Tecnología punta aquella de las "conferencia con demora de varias horas"
El bar lo llevaba "Lin", vivían en una casa que había en el patio interior y en su tejado había un pararrayos que tenía un cable con toma a tierra y cuando había tormenta gorda y caía un rayo el ruido era brutal.
Eso lo veía desde la ventana de la cocina. Desde la misma ventana veíamos el patio de la casa de los Barcenilla. Recuerdo que, todos los inviernos, uno de los pasatiempos era ver la matanza del cerdo que hacían en ese patio.
Cuando nos cambiamos a la calle Quintana, la ilusión de ir a una casa nueva podía con toda añoranza sobre la vieja, pero ahora, al ver esta foto, vuelven muchas cosas a la cabeza. Es parte de mi historia...
Ah!, otro recuerdo. Iba a pagar el alquiler a una "Pingoleta", Angelita o Manolita (dudo del nombre) que vivía cerca de donde vivió ARAMBOL y el precio era de 152 pesetas al mes. Como ahora....
En la primera estaba la centralita de teléfonos, aquella en la que llamabas y decías "ponme con el 27" y pinchaban un cable de tu número al 27 y hablabas". Tecnología punta aquella de las "conferencia con demora de varias horas"
El bar lo llevaba "Lin", vivían en una casa que había en el patio interior y en su tejado había un pararrayos que tenía un cable con toma a tierra y cuando había tormenta gorda y caía un rayo el ruido era brutal.
Eso lo veía desde la ventana de la cocina. Desde la misma ventana veíamos el patio de la casa de los Barcenilla. Recuerdo que, todos los inviernos, uno de los pasatiempos era ver la matanza del cerdo que hacían en ese patio.
Cuando nos cambiamos a la calle Quintana, la ilusión de ir a una casa nueva podía con toda añoranza sobre la vieja, pero ahora, al ver esta foto, vuelven muchas cosas a la cabeza. Es parte de mi historia...
Ah!, otro recuerdo. Iba a pagar el alquiler a una "Pingoleta", Angelita o Manolita (dudo del nombre) que vivía cerca de donde vivió ARAMBOL y el precio era de 152 pesetas al mes. Como ahora....