Arambol: debo entender que no has visto esta foto pues no creo que te sea indiferente. Te recuerdo que este lugar está impregnado de nuestro ADN (pelos, trozos de piel, sangre, ¿excrementos?). A 30m está el río. En ciertas ocasiones nos bañamos coritos, porque en junio aún no teníamos los bañadores. Recuerdo también que nuestras madres, siempre temerosas del río, tenían una técnica para saber si nos habíamos bañado: arañar suavemente la piel y si dejaba una estela blanca es que te habías bañado, y ya había castigo. Un saludo.
Chiborro: El rio Burejo desde el hostal hasta más arriba de la cueva "la Mora" era nuestro territorio, la de horas que habremos pasado en ambas orillas.
Sobre la marca blanca que dejaba el agua en nuestra piel, despues de pasar la uña, tengo alguna experiencia. En una ocasión cometi el error de bañarme cerca del parque, por supuesto sin el permiso de mi madre; por el lugar paso una niña, hija de un primo de mi padre; al mirarnos supe que ese día iba a cobrar, para evitar en lo posible que eso no sucediese me manche con arenas las piernas y me encamine a casa, a medida que me iba acercando iba creciendo en mi mente el miedo, cuando llegue no tuve tiempo de decir "hola" a continuación mi madre me paso la uña por la piel y no surtio el efecto deseado; se quedo con la duda si le mentia o le decía la verdad y yo me quede con el culo caliente por el efecto de la zapatilla.
En ese rio tan divertido para nosotros y de tanto buenos recuerdos y alguno no tan bueno, justo destras de las casas de nuestros abuelos, el agua ha erosionado la rosa de su cauce, lo que ha originado surcos en la misma, en estos surcos haciamos presas de barro, en las que poniamos cuellos de botella.
En alguna ocasión me demostraste lo valiente que eras, al enfrentarte a dos personas mayores que no nos dejaban hacer esas presas.
Sobre la niña antes citada, no se si con el paso del tiempo su aspecto fisico fue de los que gusta, pero te aseguro que de tirarle los tejo, ni pensarlo.
un saludo
Sobre la marca blanca que dejaba el agua en nuestra piel, despues de pasar la uña, tengo alguna experiencia. En una ocasión cometi el error de bañarme cerca del parque, por supuesto sin el permiso de mi madre; por el lugar paso una niña, hija de un primo de mi padre; al mirarnos supe que ese día iba a cobrar, para evitar en lo posible que eso no sucediese me manche con arenas las piernas y me encamine a casa, a medida que me iba acercando iba creciendo en mi mente el miedo, cuando llegue no tuve tiempo de decir "hola" a continuación mi madre me paso la uña por la piel y no surtio el efecto deseado; se quedo con la duda si le mentia o le decía la verdad y yo me quede con el culo caliente por el efecto de la zapatilla.
En ese rio tan divertido para nosotros y de tanto buenos recuerdos y alguno no tan bueno, justo destras de las casas de nuestros abuelos, el agua ha erosionado la rosa de su cauce, lo que ha originado surcos en la misma, en estos surcos haciamos presas de barro, en las que poniamos cuellos de botella.
En alguna ocasión me demostraste lo valiente que eras, al enfrentarte a dos personas mayores que no nos dejaban hacer esas presas.
Sobre la niña antes citada, no se si con el paso del tiempo su aspecto fisico fue de los que gusta, pero te aseguro que de tirarle los tejo, ni pensarlo.
un saludo
Arambol, muy buenas tus explicaciones detalladas del uso del bombeo y, por si fuera poco, Chiborro lo documenta con fotos. Hacéis una buena combinación desde la infancia. Leído lo que contáis, os imagino como Tom Sawyer y Huckleberry Finn explorando el Burejo de cabo a rabo y siendo los reyes del lugar. ¡Cosas de chiguitos!... Y la táctica de vuestras madres de pasar la uña por la piel, genial. Ya lo dice el refrán, sabe más el diablo por viejo que por diablo.