Saludos, Arambol: debimos ir a la misma barbería, no sé cómo no coincidimos. Félix era un personaje elegante, con su fino bigote. Cómo me impresionaban esos complicados sillones de metal y loza con palanca elevadora, reposacabezas y reposapies enrejillado en el que se leía la marca o quizás sólo el lugar de fabricación: Eibar. A los niños nos ponían un sillita supletoria para mayor comodidad del peluquero. Una de las cosas que más me llamaba la atención eran los frascos multicolores de perfumes. Por cierto que en el libro Imágenes de Herrera aparece una fotografía dedicada a Félix y otras al resto de barberos. A félix le podemos ver junto a mi padre y con un melón en la mano en la foto coloreada de la plaza de toros que ocupa una de las primeras posiciones.