Si, ¡es verdad!. Me hace ilusión recordar a Ridruejo. Visitaba mucho mi casa con su maleta llena de muestras de tela. Mi madre elegía las de su gusto para vestirnos como pimpoyos. Era muy simpático y cariñoso además de representar como nadie las aptitudes de su profesión. ¿Cómo se llama?