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HERRERA DE PISUERGA: Félix, muy bien narrado, lo recuerdo exactamente igual,...

Vaya foto bonita, Nati, y la recuerdos que seguro nos trae a más de uno al verla. Qué bien nos lo pasábamos en los coches de choque, bueno, y en la cesta, y en las cadenas..... Y hasta nos quedábamos con la boca abierta viendo los fuegos artificiales y eso que en aquella época, eran cuatro palos con chispas dando vueltas! Y como una cosa lleva a otra, acaba de venirme a la cabeza la vaca de fuegos, a ver si alguien nos cuenta algo.
Besos

los recuerdos que tengo de la vaca de fuego son de miedo, que digo miedo, panico. Iba con mi madre, llore tanto que se vio obligada a meterse en un portal de la plaza mayor, desde este lugar, observe a muchos niños y no tan niños que corrian detras de este artilugio. Mi pensamiento en esos momentos era que esas personas eran muy valientes y yo un cobarde detras de las faldas de mi madre.

Yo también iba siempre a los fuegos. La vaca de fuego me daba mucho respeto, siempre la veía de lejos. También me acuerdo de una tabla apoyada en dos caballetes altos, llenas de cohetes y una persona con una mecha encendiéndolos todos seguidos. Hoy los fuegos son más espectaculares y se accionan por ordenador.
Recuerdo el olor a pólvora quemada que quedaba en la plaza, era síntoma de fiesta. Otro olor característico era el de las dos churrerías a la salida de los toros. Había una frase en Herrera "muy generosa" que era: "Te invito a los fuegos y a la salida de los toros"
¿Os acordais de aquella tómbola grande que el último día hacía un buen regalo y se juntaba medio pueblo alrededor?.
Luego vinieron los coches de choque que atraían a todos los niños mientras montaban la pista. La plaza se llenaba de vida, de músicas, de luces de colores, de encuentros y alegría y el sábado de fiestas, cuando arrancaba todo por la noche, venía el típico apagón que hacía peligrar la primera verbena pero al final todo se arreglaba. Y, por supuesto, el domingo aunque hiciera mal tiempo salía la procesión de la Virgen de la Piedad y salía el sol.

Otro recuerdo era el final de las fiestas. La plaza se quedaba en absoluto silencio, llegaban los fríos y las lluvias, se marchaban los veraneantes y los forasteros, empezaba la escuela y octubre se hacía larguísimo hasta que llegaba la feria de los Santos...

Félix, muy bien narrado, lo recuerdo exactamente igual, me has echo volver a aquellos tiempos. ¡Ayy.......!