Camino del
hostal, había una
señal de stop que también estaba llena de firmas. La quitaron.
Como estaba en mitad del camino de nuestra adolescencia, tuvo muchos años nuestros nombres escritos: Lydia, Raquel, Chus, Violeta. (No se si te acuerdas, Chus). Luego se añadieron más nombres, supongo que de las siguientes generaciones, pero no nos borraron y si soy sincera, me gustaba leernos cada vez que pasaba, años después. Son gamberradas grafiteras, que como a Chiguita, te deja una sonrisa en la cara.
Lo
... (ver texto completo)