HERRERA DE PISUERGA: Garbanzos y titos son cosas distintas. Cuando en este...

Popis, Josean, a mi me han quedado algunas dudas respecto a las parcelas. Sé que las concedía el Ayuntamiento a las familias con menos recursos y que se trabajaban para el consumo propio de cada casa. Tanto la familia de mi padre como la de mi madre, tuvieron una y buenas alubias y fréjoles daban para todo el año! La de mi abuela materna estaba en el Sotillo pero cruzando la vía, aunque creo que algunas parcelas llegaban incluso hasta Hinojal. Imagino, porque no lo sé, que a medida que se mejoraron las condiciones de vida y con el paso del tiempo, se dejaron de trabajar. No sé en qué situación se encuentran en la actulidad esos terrenos y si siguen quedando algunas de aquellas parcelas. Lo que parece claro que aparte de ayudar al sustento de muchas familias, también lograron que se aprendiese a trabajar bien la tierra. ¡Con tanta parcela y huerta alrededor, no es nada extraño que hubiese magníficos hortelanos que producían unas excelentes hortalizas, que fueron bien famosas en muchos mercados por su calidad. Dice mi padre que no había barrio en Herrera que no contase con buenos hortelanos.

Quizas el origen de estas parcelas era para el consumo propio de una familia? Se, que mi padre un año planto remolacha en nuestra parcela, te puedo asegurar que no comi ni un gramo de este producto, toda la producción se vendio a una azucarera, no solo se plantaba remolacha, otros productos agricolas se cultivaban, que tambien eran vendidos a mayoristas y no solo mi familia la vendía, otras muchas lo realizaban.
Sobre la existencia de estas parcelas en la proximidad de Hinojal, si que es cierto, mi abuelo tuvo una cerca de ese lugar.
Desconozco si algún paisano nuestro sigue trabajando estas parcelas, me parece poco probable,
1º Alquila un tractor que te labre el terreno
2ª Paga la semilla
3ª El abono
4ª Una producción minima que te asegure una rentabilidad
5ª Alquiler de un camión para llevar el producto a un almacen
6ª ¿Que te queda, con la superproducción que hay de todo?
No cuento el trabajo, ni el tener que regar a altas horas de la noche, porque por el día riegan los que estas más cerca de la acequia principal.
Actualmente la agricultura se ha mecanizado y el que no dispone de los utiles adecuados para trabajar la tierra, no le saca rendimiento, solo le saca lumbalgia.
Es mi opinión, de la que hablo desde la lejania y quizas desde el desconocimiento de esta actividad.
Un saludo

Tienes razón Arambol, muchas familias lo vendían y otras, como en mi casa, al parecer se lo comían. Si ahora existen, se habrán convertido más bien en un hobby o en un entretenimiento de algún miembro de la familia. Desconozco mucho el campo, sólo sé como tú la dedicación permanente que llevaba. Mis abuelos tenían, tienen, un huerto en la Jericó y ha sido su vida. El recuerdo de mi abuelo era que si no estaba en la panadería, trabajando, estaba en el huerto. Casi nunca alternaba porque no le gustaba y su vida era el huerto y todos los sabores y conocimiento de las plantas, se lo debo a él y a ese pequeño trozo de tierra.
También recuerdo, que un día, ya bastante anciano, salió de casa, se plantó en medio de la calle y se puso a llorar. Mis tías, salieron corriendo a preguntarle, ¿qué le pasa, padre? Y él dijo llorando que ya no se acordaba de cómo se iba a su huerto. Aquel día fue el principio del final.
Murió años más tarde, senil y sin poder recordar quién fue y cómo se iba al huerto.
Ahora el huerto esta "curioso", pero a todos nos entristece y nos alegra ir y recordar todo lo que nos dió y los buenos momentos que pasamos allí.
Perdonad esta historia tan personal. Mi abuelo quizás, no era un hortelano excepcional, era uno más de este pueblo, pero si que quería recalcar lo importante que fue y ha sido la huerta y sus hortelanos en la historia de Herrera. Alrededor de esta tierra habrá innumerables historias para no olvidar y que todos tendrán en su cabeza. Un abrazo a todos de lunes...
Y para Arambol, especialmente, que un día comentó sus pinitos con un pequeño huerto, supongo que en Ibiza. Muy diferente de la tierra de Herrera.

Lydia, con tus travesuras de chiguita me provocaste una carcajada ahora con la historia de tu abuelo me has provocado un escalofrio. Un beso fuerte y gracias por compartir esas vivencias

¡Qué maja eres, Cristina!
Te voy a contar otra cosa para que te rías y se te quite la tristeza, relacionada también con el huerto y con mi abuelo.
¡Fíjate qué pocas luces tenía, que un día como gamberrada de críos, dijimos ir a robar a las huertas y yo propuse ir al.......: ¡huerto de mi abuelo! ¡Hace falta ser abulto!! Claro, como era el único que conocía! Así de espabilada era yo por aquel entonces..... me parto de la ocurrencia... Mi abuelo, casi me mata al día siguiente.... ¡Menudo era! Y que pedazo de mema era yo... Chus recordará (entre muchas) esta tontería.

Pues claro que me acuerdo, ja, ja ¡estoy llorando de la risa! Lo mismo que me acuerdo de otra vez que fuimos a robar al huerto de León (padre de Violeta). Eso si que ya era del género bobo... y encima reincidentes...... ¡Vaya pandilla! El hombre cada vez que me veía, me decía en tono acusador: ¡Fuistéis vosotras! y yo que nunca he sabido mentir, le decia que no, pero mis nervios me delataban.....
Lydia, como empecemos tú y yo a contar batallitas, ganamos por goleada a los de la mili.....

Hola Chus, perdona que te corrija, pero no se decía robar las huertas, era correr. Y había cierta ética. Tenías que coger solo lo que ibas a comer y no destrozar los sembrados.
Te cuento una anécdota: eran fiestas y bajamos a las huertas al lado del castillo. Subimos a un manzano. Todo esto, los hermanos Villaverde, Toño y yo. Era de noche y de pronto Juan Carlos se dio cuenta que el árbol era de su familia. Nos reímos mucho, claro. ¡Y qué manzanas!
Un montón de besos.

Ese es el término, posiblemente solo sea comprensible por los herrerenses, definición perfecta. Ibas cogías y corrías para que no te pillaran, siguiendo las normas que apunta Chivorro. Yo recuerdo que, por fiestas, cogíamos unas botellas de Martini y sal y nos íbamos a comer tomates de madrugada. Comíamos los que nos apetecían y a casa, sin destrozar.

También recuerdo aquellas manzanas reinetas que, todavía verdes, las mordías y sacabas aquel jugo que, aunque ácido, te llenaba la boca de un sabor que solo existe en el recuerdo. Luego llegabas a casa, te dolía la barriga y te preguntaban ¿que has hecho esta tarde?. La contestación era clara "nada"

había unas manzanas dulces en el huerto del abuelo "Baluco" y ahí si que había que ir preparado para correr. De repente aparecía y...

Es pronto y se me hace la boca agua. Hay algo mejor que comer un producto de la huerta, recien cogido, recien lavado en una acequia...

Voy a detallar variedades de frutas que ya no existen. Pero, perduran en mi memoria. Manzana enana, perucos santiagueños, ciruelas moradas, estas se denominaban
"ciruelas del atributo de gato". Estas variedades se degustaban al principio de
verano. Para el invierno estaba la pera de cuchillo. De estas frutas no he vuelto
a ver nunca. En una época muy lejana la fruta de Herrera tuvo su importancia en el mercado, sobre todo la ciruela claudia, era de una calidad exquisita, muy apreciada, sobre todo en Cantabia.

Que recuerdos..... tan entrañables!.

Hola Trébede. Mi padre plantó un ciruelo de esos de "picha de gato" y en la huerta siguen. Hay años que dan muchas. A ver si este año es uno y como Carmina también te convido.
Menciona los perucos. Hace años había uno en el chalet en frente de la forera Emma y cuando maduraban caían a la acequia y ahí estaba yo. El sabor de los perucos era algo especial. Creo que este árbol se ha mencionado en el foro.
La diferencia entre casilla y caseta no la sé, pero creo que es como dices.
Un saludo.

Ojala tuviera yo un chalet, ese peral que dices estaba en el chalet que ahora es de Angel (el de las flores) tambien me acuerdo yo de esas peras. Se me hace la boca agua.
Yo tambien corria las huertas, y alguna carrera con el perro persiguiendome ya he tenido que dar.
A mi una cosa que me encantaba eran los garbanzos verdes, pero creo que se llamaban titos, bueno habia una tierra para bajar al parque sembrada de ellos y yo he tenido mas de una ca..... por comerlos y encima remataba con las moras que habia al final del camino en el borde de la acequia.

Garbanzos y titos son cosas distintas. Cuando en este pais se comía todos los días de la semana garbanzos (excepto los domingos) quien comía garbanzos era más pudiente, digamos que los titos eran los hermanos pobres de los garbanzos.
Afortunadamente ahora se comen de capricho. Así que lo que comías era una cosa u otra, las dos en una imposible.
Saludos.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
La verdad es que mi abuela siempre me decia que no comiera titos, pero para mi eran garbanzos verdes (mi cultura hortelana es 0). Lo que si recuerdo es que al ser "robados" me sabian a gloria, y mi abuela me ponia verde pues logicamente no la gustaba que su nieta cogiera cosas que no eran de ella.