¡Bieeen trébede! Me has regalado la papeleta premiada. Menudo lema publicitario que se gastaba mi abuelo. ¿Quién sería el publicista?
Yo no llegué a tiempo de conocer a mi abuelo, conocí la zapatería cuando ya no producía, con máquinas modernas que se habían incorporado en los últimos tiempos previos a su fín y en otra ubicación diferente, en la calle Quintana, en lo que ahora es un solar. Allí disfrutaban los Legas trabajando y recreándose en la belleza de su producción. Elaboraban con cariño los zapatos, las sandalias, las botas, me consta no solo de escucharlo en tertulias familiares, también otras personas recuerdan que gastaron con lucimiento calzado de Lega.
En mi casa tuvimos unas muestras que recuerdo. Una bota hecha de una sola pieza de cuero en su horma de madera, una sandalia de tiras coloradas trenzadas..., ¿Dónde estarán? Me conformaría con poder volver a contemplar estas piezas.
En fin, todo un placer, a mi prima Emma seguro que también le va a hacer mucha ilusión. Por cierto, en la calle Quintana, en el solar de mi abuelo estaba, además de la zapatería, Medias Amparo (¡Gol! recoge esta publicidad) y las gaseosas de Aquilino
Mil gracias la trévede
Yo no llegué a tiempo de conocer a mi abuelo, conocí la zapatería cuando ya no producía, con máquinas modernas que se habían incorporado en los últimos tiempos previos a su fín y en otra ubicación diferente, en la calle Quintana, en lo que ahora es un solar. Allí disfrutaban los Legas trabajando y recreándose en la belleza de su producción. Elaboraban con cariño los zapatos, las sandalias, las botas, me consta no solo de escucharlo en tertulias familiares, también otras personas recuerdan que gastaron con lucimiento calzado de Lega.
En mi casa tuvimos unas muestras que recuerdo. Una bota hecha de una sola pieza de cuero en su horma de madera, una sandalia de tiras coloradas trenzadas..., ¿Dónde estarán? Me conformaría con poder volver a contemplar estas piezas.
En fin, todo un placer, a mi prima Emma seguro que también le va a hacer mucha ilusión. Por cierto, en la calle Quintana, en el solar de mi abuelo estaba, además de la zapatería, Medias Amparo (¡Gol! recoge esta publicidad) y las gaseosas de Aquilino
Mil gracias la trévede