HERRERA DE PISUERGA: Ya sabes Chus, que donde estemos nosotras, estarás...

Lydia, un beso para tu abuela y felicidades para ti por tenerla, se que significa mucho en tu vida. Violeta me ha contado anècdotas y me he reído mucho con la de la ventana. Tengo ganas de verte.

La anécdota de la ventana fué apoteósica. Nosotras desde la calle, fué como ver una escena de una película de los hermanos Marx en directo. A ver si algún día Lydia quiere explicarla.
Sé que en estos días os veréis y estoy rabiosa de envidia (y no de la sana) porque esta desazón que tengo dentro no puede ser buena. Espero que disfrutéis mucho y que me recordéis un poquitín. Ojalá que nuestros planes de mayo se hagan realidad.
¡Pasadlo muy bien! Un beso para los tres.

Ya sabes Chus, que donde estemos nosotras, estarás tú y siendo en Herrera, mucho más. Ten cerca el teléfono que te llamaremos.
Estoy viendo que en este foro todo se sabe... ¡Si ya no se acuerda ni mi pobre abuela de la ventana! Todos los años al acabar el verano, me decía que por lo mal que me había portado, no volviera más. Pero, fíjate, la amenaza tuvo el efecto contrario y sigo regresando. Hubo una época en que mi abuela lo fue casi todo para mi y hasta en mi casa lo saben. Hay un dicho que dice que quien no conoce abuelo, no conoce bueno. En mi caso, es verdad. Y me imagino que todos o muchos de nosotros tenemos recuerdos entrañables de nuestros abuelos y de lo que nos querían y nos enseñaron. No soy la única afortunada.
A mis abuelos paternos, sin embargo, no les llegué a conocer.