Viendo esta fotografía quiero, hacer un poco memoria de las personas que yo recuerdo ejerciendo el oficio de taxistas. En esta Placilla de Calvo Sotelo, nombre oficial de la misma ó de los coches más popularmente conocida, estuvo durante muchos años la parada de los coches de alquiler ó taxis. El señor Lupicinio León más conocido como Lupi tenía por costumbre de aparcar aquí sus vehículos, aquellos Seat 1500 de los cuales me parece que poseía al menos tres: uno negro, otro gris y el tercero no me acuerdo muy bien el color, solamente que tenía un embellecedor metálico plateado en ambos lados del coche. Este señor vivía justo al lado de la placilla, enfrente de la Fonda Goretti donde tenía la vivienda y la cochera. También fueron taxistas de Herrera, hasta donde la memoria me alcanza estas otras personas: el señor Antonio Martín Rucandio (hijo del señor Quinidio y de la señora Rosario, tuvieron tienda de bicicletas y máquinas de coser en la calle Colón), el señor Vicente Barrio que era propietario del Bar La Perla, mi abuelo paterno el señor Aurelio Martín asimismo también disponía del servicio de taxi, que lo conducía el señor Manuel Pérez. También pertenecieron a este gremio los señores Hilarino de la Sierra, un taxista de origen italiano llamado Aldo Benedetto, que ejerció en Ventosa de Pisuerga (era cuñado de Manolo, taxista en esta localidad). José Antonio, hijo del señor Lupi trabajó con el taxi y un autobús realizando excursiones durante algunos años, el señor José Miguel Pérez (marido de Loren, peluquera de señoras). No quiero acabar este comentario sin mencionar a estas otras personas del mismo oficio: el señor Adolfo Martín y su hijo del mismo nombre, el señor Jesús Estabén y su hijo Jesusín (que tuvieron el Bar Restaurante Tori). Bueno entre otros y si me dejo alguno en el tintero, pido perdón. Entre los foreros Popis y Marino9 seguro que se acuerdan de alguno más. Un saludo para ambos.
Sobre los taxis, recuerdo que Lupi tenía un 1500, por supuesto con motor Perkins con su sonido característico y cambio en el volante, tipo "limusina". Era más largo de lo normal y tenía dos asientos abatibles en el centro que le convertía en coche de 7 plazas; pintado en tonos crema, con una franja granate lateral y los típicos embellecedores niquelados que le daban un aspecto muy elegante.
Cuando se casó mi hermano, el el 72, hicimos el viaje Herrera-Barcelona. Conducía José Antonio y viajábamos mis padres, mi tío Goyo (hermano de mi madre), mi prima Celia y yo. El viaje fue largo, de esos que paras varias veces, almorzar, comer, tomar algo. No se había hecho el túnel de "El Bruch" y recuerdo un viaje de mil conversaciones. Al llegar a Barcelona tuvimos que utilizar el GPS de la época, a saber, mi padre cogió un taxi y nosotros detrás hasta que llegamos al destino.
Sobre los taxistas, mi primo Roberto y Dorín también tuvieron un servicio de taxi.
Cuando se casó mi hermano, el el 72, hicimos el viaje Herrera-Barcelona. Conducía José Antonio y viajábamos mis padres, mi tío Goyo (hermano de mi madre), mi prima Celia y yo. El viaje fue largo, de esos que paras varias veces, almorzar, comer, tomar algo. No se había hecho el túnel de "El Bruch" y recuerdo un viaje de mil conversaciones. Al llegar a Barcelona tuvimos que utilizar el GPS de la época, a saber, mi padre cogió un taxi y nosotros detrás hasta que llegamos al destino.
Sobre los taxistas, mi primo Roberto y Dorín también tuvieron un servicio de taxi.