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HERRERA DE PISUERGA: AnaO, inolvidable el cine Arroyo, y Piedad siempre...

Siguiendo con el tema del cine Arroyo, muestro esta fotografía con el objeto de recordar a Piedad Arroyo, la segunda comenzando por la derecha.
Piedad despachaba las entradas del cine. Por la mañana en la taquilla de su casa, en cuya fachada colgaban los tabloides de la película del día y, por la tarde, en la taquilla del cine, un lugar diminuto en el que en muchas ocasiones me colaba gozosamente hasta el comienzo de la película.
Siempre me dicen que exagero cuando hablo de Herrera, pero no me digáis que el cinema Arroyo no era una gran sala. Aquellos enormes pasillos que rodeaban la sala, el magnífico escenario, aquella larga barra donde los hermanos varones no daban a basto para atender al público en los descansos y el color de un sinfín de personajes que creaban un ambiente digno de las mejores películas neorrealistas con tintes de humor.
Siempre recuerdo a la Piedad así, como en esta instantánea. Impecable. Pelo negro azabache, labios y uñas rojas, al igual que sus trajes, abrigos, zapatos y aderezos. Sí, colorado, encarnado, rojo intenso combinado con blanco y azul marino que le conferían un aire, una clase especial.
La pasada semana la hemos recordado en Madrid, casualidades de la vida. Celebrando la jubilación del director de un colegio donde ejerció de maestro Benito, el marido de Piedad, resultó que este señor y yo coincidimos en la boda de Piedad. Él, el maestro más joven del colegio, yo terminando el bachillerato. Piedad se acercaba a mi edad actual cuando contrajo nupcias, Benito estaba próximo a la edad de jubilación de los maestros de la época, los setenta. Aún así, superaron con creces las bodas de plata.

AnaO, inolvidable el cine Arroyo, y Piedad siempre la recuerdo como tú la has descrito. Hace muchos años, nos encontramos en Logroño y tuve ocasión de recordarla tantos buenos momentos, me presentó a su marido, y me dijo que habia estado de profesor en Madrid y habian venido a vivir aquí (el era riojano) nos volvimos a ver algun verano en Herrera. Un recuerdo para ella.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Aurita,
El cine es y sobre todo ha sido una fábrica de sueños, o al menos así se decía de Hollywood, principal motor de esta industria que a veces se convierte en arte. Pero cómo iba a soñar Piedad que disfrutaría de unos cuantos amables años en Logroño ya transcurrida más de la mitad de su vida, tan apegada a Herrera y a su casa como estaba. No obstante, Logroño figura en las listas de las ciudades con mejor calidad de vida de España y de eso tú sabrás mucho.
Un abrazo