Querida Inma: Me encantó estar con tu madre y contigo el sábado, aquel ratito que pasamos me supo a poco, haber si lo repetimos pronto. Entre todas las cosas buenas de éste maravilloso cangrejo, recuperarte atí ha sido una de las mejores. Tantos años y nos vamos a saludar ahora, pero como dice el refrán... nunca es tarde para nada en ésta vida.
Me hubiese encantado verte en el
pilón, haber si te anímas para la próxima.
Un beso muy fuerte guapa.