Ésta no te la perdono. Vaya homenaje que os distéis, jodio. Y es que tengo una debilidad importante con las cosas de comer autóctonas de Herrera... ¡qué rico por Dios!
Me alegra que las buenas costumbres se trasmitan así de bien, de padres a hijos, eso es enseñarles a amar la tierra, sí señor. Por cierto, Adrián está muy guapo.
Me alegra que las buenas costumbres se trasmitan así de bien, de padres a hijos, eso es enseñarles a amar la tierra, sí señor. Por cierto, Adrián está muy guapo.