Quizás la elección de modelos no fue la adecuada. A lo mejor alguien sintió envidia. Posiblemente fue un atrevimiento sustituir un cuadro que, dicen se está restaurando, por unas pinturas de gran calidad y realismo.
Hasta aquí vale. Pero los resultados de tan absurda pataleta fueron que Herrera salió en los medios por una pintura que está dentro de una colección de pinturas única, maravillosa, de la que como todo buen herrerense me siento orgulloso. La
información se dio en plan de chufla, volviendo
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