Luz ahora: 0,10452 €/kWh

HERRERA DE PISUERGA: Lo mío no tiene nada que ver con el santoral, sino...

Una idea genial por parte de Lidia, voy a empezar yo mejor dicho voy detrás de Felix
Mi nombre es Maria Victoria Ascensión, por nombres que no quede. Maria porque en esa epoca era muy normal poner a las niñas el nombre de Maria en primer lugar. Victoria porque mi padre después de bautizar a tres niñas con los nombres de las abuelas cuando llegue yo ya no sabia que nombre ponerme y echo mano del calendario (aquel famoso taco) y por suerte encontró que era Nuestra Señora de la Victoria menos mal, pues ese día también es o era San Estanislao y si me llega a poner Estanislada me corona, ahora en vez de tope seria Tanis. Ascensión porque me bautizaron el día de la Ascensión, por cierto me bautizaron en la capilla de un palacio, el palacio de Regeral no porque fuera noble sino porque la iglesia había sido destruida cuando la guerra y la estaban reconstruyendo. Ahí va la historia de mi nombre espero que os animéis y sigáis con el tema, son curiosidades de la historia de cada uno. Gracias Lidia por la idea. Saludos para todos

Parece seer que se abre otro tema. Lo mío lo conté como curiosidad y sin pensar que pudiera dar mucho juego.
Diré que lo de María era sagrado, en mi época de monaguillo he visto cambiar nombres a pie de Pila Bautismal porque Don Félix no aceptaba cualquier nombre y menos si no pertenecía al santoral.
Yo también odio los diminutivos, en mi familia no había ningún Félix y cuando se empeñaban en llamarme Felisín, no contestaba, eso me dio una fama de arisco y poco cariñoso pero no me gustaba. Mi hijo se llama Adrián, en catalán se dice Adrià y no me gusta mucho porque el nombre es el nombre y aquí tienen la manía de traducirlo todo. Al final se ha quedado con Adri, ni para unos ni para otros. Yo uso el nombre entero.
Muchos de esos diminutivos se hubieran evitado poniendo a los hijos otro nombre que no fuera el del padre o la madre que, a la vez solía venir de los abuelos.
Tengo que reconocer que hay diminutivos que hacen justicia porque hay nombres que se las traen.

Lo mío no tiene nada que ver con el santoral, sino con la costumbre de preservar el nombre del padre y del abuelo, Mi abuelo se llamaba Eugenio y mi padre se llama Eugenio. Este nombre que proviene del latín admite diminutivos y derivados. El diminutivo principal por el que se me conoce es Genín y derivados los que utilizaron mis compañeros de colegio: Geni, Geñi, Geñín, etc..... y ahora los campañeros de trabajo que me lo han afrancesado, Eugene y catalanizado, Eugeni. Sigo sin quejarme.