Trébede yo si me acuerdo, lo que no recuerdo son las chocolatinas con ese nombre, las que si recuerdo son las de moneda que por cierto ahora tambien las venden sobre todo en Navidad, anda que el chicle bazoka era bastante grueso y el regaliz de palo, todavia venden por ahí por que lo he visto yo. Un saludo.
Nombrar el chicle Bazoka, para mí va muy unido a aquellas tiras de cohetes que vendía, entre otras, la Sra. Sión cuando el puesto estaba detrás del buzón de correos, abajo en la parte central de la Plaza. Me refiero a aquellos cohetes que consistían en una tira de cartón con pegotes de fósforo y que accionábamos rascándolos por la pared. Pues bien, además de para el uso destinado, yo los usaba para pintarme entera, tras humedecer el fósforo a lengüetazos. Aquello sobre las venas y en la oscuridad hacía trasparente el cuerpo y se veía la circulación de la sangre, más o menos. Con esta atractiva apariencia me dedicaba a meter miedo a mis hermanas y a sus amigas, más pequeñas que yo. Puede que Chus o Lydia fueran alguna de mis víctimas.
Ahora venden algo parecido en los chinos y.... estoy a punto de probar. Miedo me da que a mi marido viéndome de esa guisa le de un infarto del susto
Ahora venden algo parecido en los chinos y.... estoy a punto de probar. Miedo me da que a mi marido viéndome de esa guisa le de un infarto del susto
Ana, me has hecho recordar aquella tira de Mixtos o "Cuetes"así los llamábamos, que rascábamos contra la pared, los metíamos dentro de las dos manos cerradas y las movíamos para no quemarnos, hasta que se apagaba, y aquel sabor tan malo de la chupetada, para pintarnos la cara. parece que los estoy viendo, no los he vuelto a ver, y aquellas volitas de chicle de 0'5 céntimos (de peseta) así como el regaliz también de 0'5 céntimos, que tiempos ya tan lejanos pero tan, agradables, me daban de propina 1 peseta que me daba para comprar 0'50 de pipas que eran a granel un vasito, si había suerte en el pirulí de premio y despues de comerle, otra vez con el realillo chicle y regaliz, la verdad que no había tantas cosas como ahora. Gracias por hacérmelo recordar