Yo recuerdo una Sr. Macaria que creo que vivía en la esquina calle Quintana con la travesía Quintana.
Yo recuerdo que a la salida del colegio soliamos ir a ver como hacía los azulejos el hermano de Agapito (Bar Pisuerga). Era una maravilla
Es probable que el hermano de Agapito también tuviese ese oficio de hacer baldosas, pero al único que recuerdo es este a señor haciendo estas baldosas en el lugar que hoy conocemos como restaurante Pisuerga, no recuerdo que trasladases el negocio a la casa que tienen próxima al polideportivo, En mi humilde opinión, creo que dejaron de hacer baldosa porque se impuso el terrazo de un día para otro, desplazando al olvido al otro material.
De Agapito, recuerdo que en esa casa que menciono, tenía un huerto en el patio de la misma, en éste había un pozo de poca profundidad, que hacía sacar el agua con una bomba que era accionada por un motor de gasolina, que envidia me daba ver aquello, en casa de mis abuelos había que regar con cubos, acababan los pobres con un dolor de espalda.
En la actualidad se siguen empleando estas bombas con motor de gasolina, pero donde este las electicas sumergibles
En lo que hoy es el polideportivo, se hallaba el campo de futbol del colegio, estos futbolistas les faltaba un rato para jugar en 1ª división, las patadas que le pegaban al balón en contadas ocasiones se dirigían a la portería, otras iban al huerto que he mencionado, esto traía consigo el cabreo de Agapito, este hombre al final opto por no entregar los balones que caian en su huerto y que en ocasiones le rompían las plantas
Un saludo muy cordial
De Agapito, recuerdo que en esa casa que menciono, tenía un huerto en el patio de la misma, en éste había un pozo de poca profundidad, que hacía sacar el agua con una bomba que era accionada por un motor de gasolina, que envidia me daba ver aquello, en casa de mis abuelos había que regar con cubos, acababan los pobres con un dolor de espalda.
En la actualidad se siguen empleando estas bombas con motor de gasolina, pero donde este las electicas sumergibles
En lo que hoy es el polideportivo, se hallaba el campo de futbol del colegio, estos futbolistas les faltaba un rato para jugar en 1ª división, las patadas que le pegaban al balón en contadas ocasiones se dirigían a la portería, otras iban al huerto que he mencionado, esto traía consigo el cabreo de Agapito, este hombre al final opto por no entregar los balones que caian en su huerto y que en ocasiones le rompían las plantas
Un saludo muy cordial