Frio era poco lo que pasábamos en aquellos crudos inviernos. Tengo grabada la imagen de mi padre al volver a casa por la noche con las cejas y el bigote totalmente blancos.
Al levantarme por la mañana, veía desde la ventana la nevada que había fuera y pensaba, ¡dios, y hay que ir al cole! En esos momentos me dolía la tripa, la garganta, tenía fiebre........, pero como era el cuento de cada día casi nunca colaba. Después había que quitar la nieve que se acumulaba en la puerta, a palas, para poder salir a la calle y ¡hala! a hacer el camito que desde mi casa se me hacía un caminito un tanto largo. Al volver a casa con aquel frio metido en el cuerpo, me pegaba a la estufa de carbón hasta que me salían cabritillas en las piernas, a veces me acercaba tanto que más de un recuerdo guardo en mis rodillas. Pero a pesar de las inclemencias del tiempo, de lo poco acondicionadas que se tenían las casas y de llevar las patucas al aire, creo que todos tuvimos una infancia feliz en nuestra Herrera. Yo por lo menos así la recuerdo, a pesar de los pesares.
Al levantarme por la mañana, veía desde la ventana la nevada que había fuera y pensaba, ¡dios, y hay que ir al cole! En esos momentos me dolía la tripa, la garganta, tenía fiebre........, pero como era el cuento de cada día casi nunca colaba. Después había que quitar la nieve que se acumulaba en la puerta, a palas, para poder salir a la calle y ¡hala! a hacer el camito que desde mi casa se me hacía un caminito un tanto largo. Al volver a casa con aquel frio metido en el cuerpo, me pegaba a la estufa de carbón hasta que me salían cabritillas en las piernas, a veces me acercaba tanto que más de un recuerdo guardo en mis rodillas. Pero a pesar de las inclemencias del tiempo, de lo poco acondicionadas que se tenían las casas y de llevar las patucas al aire, creo que todos tuvimos una infancia feliz en nuestra Herrera. Yo por lo menos así la recuerdo, a pesar de los pesares.
Chus: Para frío, el invierno de hace dos años, debía ser lo más parecido a los inviernos de cuándo eramos pequeñas por que yo no recordaba nada igual. caía nevada tras nevada, incluso aquí en Valladolid que nieva poco. En el pueblo casi no se iba la nieve y las temperaturas llegaron a marcar menos veinte grados, ni que decir tiene, que se helaron plantas y árboles que llevavan aguantando muchos otros inviernos y núnca se habían helado. Fué increible ver a los laureles que ya eran viejos quedarse negros de la noche a la mañana después de semejantes heladas y como los laureles casi todas las plantas de jardín. Buena muestra son las fotos que hay en el foro del pilón, con el agua completamente congelada ¡increíble!
Los foreros que viven en Herrera seguro que pueden contar más de una anécdota.
Y para tiémpo loco, el de este año, que estamos casi en Navidad y no hemos tenído ni siquiera una helada. Así no parece ni Navidad. Un beso chus.
Los foreros que viven en Herrera seguro que pueden contar más de una anécdota.
Y para tiémpo loco, el de este año, que estamos casi en Navidad y no hemos tenído ni siquiera una helada. Así no parece ni Navidad. Un beso chus.