El cambio que significo para mí, residir en Herrera o en Palencia, fue traumático, una de las consecuencias más notables era el sabor del agua, en Herrera sabía a agua, en Palencia a lejía.
En esta fotografía se observa la caseta donde estaban las bombas que hacían subir el agua del Pisuerga hasta un pequeño deposito de los Altos Renedos y desde éste a los depósitos reguladores del pueblo, éste agua se bebía tal como venia del río, no se sometía a ningún filtrado o tratamiento químico, nadie se murió por el consumo de la misma. Yo me preguntaba, si en mi pueblo, que es un pueblo, sabe el agua tan buena ¿Por qué en una capital, que son más listos los habitantes de ésta, sabe tan mal este liquido?
Me imagino, que en la actualidad el tratamiento del agua que se consume en Herrera, habrá cambiado con respecto a los años 60
En esta fotografía se observa la caseta donde estaban las bombas que hacían subir el agua del Pisuerga hasta un pequeño deposito de los Altos Renedos y desde éste a los depósitos reguladores del pueblo, éste agua se bebía tal como venia del río, no se sometía a ningún filtrado o tratamiento químico, nadie se murió por el consumo de la misma. Yo me preguntaba, si en mi pueblo, que es un pueblo, sabe el agua tan buena ¿Por qué en una capital, que son más listos los habitantes de ésta, sabe tan mal este liquido?
Me imagino, que en la actualidad el tratamiento del agua que se consume en Herrera, habrá cambiado con respecto a los años 60