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HERRERA DE PISUERGA: Perdón por éste despiste. Se me escapó el dedo.

Preciosa imagen, irrepetible y siempre añorada. Gracias a ésta foto de Fufino recuperamos un rincón de Herrera, emblematico y siempre recordado. Una de nuestras dos churrerías. No sé vosotros, pero amí me produce tristeza ésta foto, por que ya solo existe en nuestro recuerdo.
Pongo nómbres a los que conozco: Soco, vielva, (no me viene el nómbre) ¿? MariPaz, Rufino, de los cuatro siguientes tengo mis dudas, y por último Mariano.
Rufino, aprovecho para darte la bienvenida al foro, como puedes ver, es Herrera en estado puro, espero que lo disfrutes y sigas con nosotros.
Siento mucho la pérdida de Rosi, la echaré de menos por Herrera.
Un beso para ella y otro para tí.

no se quien eres pero de todas formas, gracias por unirte en mi sentimiento
un abrazo.

Si te digo que soy la hija pequeña de tete quizás te acuerdes de mi.
¿me recuerdas? Llevo viviendo en Valladolid 29 años, pero no he dejado nunca de ir a Herrera. Aquí vivimos muchos del pueblo y de vez en cuando quedamos para tomar un café, si quieres en el próximo te puedes venir tu tambien.
Nosotros quedamos aquí en el foro, así que solo tienes que estar atento para enterarte del sitio.
Un abrazo.

ya se quien eres, la hermana de federico, creo haberte visto en carrefur de parquesol, no te lo aseguro, yo vivo en fuensaldaña
un abrazo

Soy de risa fácil, con algunos de los escritos de Gonzalo me he divertido considerablemente.
En mi juventud cuando pasaba parte del verano en nuestro pueblo, no había un momento malo, todo era diversión, cuando mejor lo pasaba era en la piscina, éramos unos brutos, nuestro entretenimiento favorito era tirarnos al agua, nos juntábamos unos cuantos para coger a otro de nuestro amigos y tirarle al agua, unas veces tocaba a uno otras a otro, nadie se libraba, excepto uno, algo mayor que yo, era más bien bajo de estatura, complexión fuerte, a éste era imposible someterlo por la fuerza y tirarle al agua, era excesivamente fuerte para aguantarlo, por supuesto que aguantarlo y elevarlo era imposible, pero era un reto apetecible para todos nosotros. Se le ocurrió la idea al más valiente del grupo, así que entre unos cuantos nos tiramos encima del fuerte y le sujetamos por sus extremidades, pero su fuerza nos hacía mover para todos los lados, por lo que era imposible desplazarlo hasta el borde de la piscina, el más valiente que tenía sus manos desocupadas y la cabeza pensado como solucionar ese problema, se le ocurrió apretar con una de sus manos donde se juntan las pierna, con la advertencia verbal, “ si no dejas de moverte apretó más” el más fuerte dejo de patalear y de mover sus brazos y mansamente se dejo tirar a la piscina, tengo que reconocer que algún grito de dolor emitió al principio, éste fue disminuyendo a medida que dejo de hacer fuerza. La situación fue muy cómica, lo recuerdo como uno de los momento en que más me reído, no sé cómo tenía fuerzas para aguantar el peso de la víctima.
En muchas ocasiones intento recordar los nombres de mis amigos de la infancia y adolescencia. De este momento narrado, sí que me acuerdo del nombre del valiente y de la victima me acuerdo de su físico y de donde vivía, su domicilio lo tenía en la calle que hay frente a las escuelas antiguas, al lado izquierdo de la misma, mirando desde el centro docente, pero del nombre me era imposible recordarlo, hasta hoy, se llamaba Federico, nosotros le llamábamos Fede. No era de nuestra pandilla, pero no lo pasábamos genial cuando estábamos juntos
Un saludo


Perdón por éste despiste. Se me escapó el dedo.