¡Qué gran sensación de
felicidad!, Emilio llevando la voz cantante, los demás muy atentos y alegres a sus explicaciones. Si yo hubiera estado, por veteranía, mi buen
amigo Emilio no lo hubiera tenido tan fácil, (yo hablo muy poco), cómo sabéis, no callo ni debajo del
agua. Saludos.