HERRERA DE PISUERGA: TRES CONTERTULIOS FABULOSOS....

TRES CONTERTULIOS FABULOSOS.
En mi encuentro con Angel San Millan estaban otras 2 personas, una de ellas era Ignacio (el albañil) y tercer contertulio, yo no le conocía, dijo que era de Herrera pero que se marcho hace mas de 30 años, Angel me explico de la familia que era, pero nos basamos en motes y apodos los cuales no voy a poner pues ni tengo confianza con dicha persona, ni el me la dio; me pareció un hombre ” echau pa lante” y parecía por momentos que le costaba contestar alguna de mis preguntas, encontrándole incomodo y contrariado con mi presencia y mis preguntas, portaba un bonito bastón con adorno y colgante en la empuñadura, creo que era de color negro brillante y muy bien cuidado (como un bastón de mando), apenas pude apreciarle pues estaba sentado y apoyado en el bastón con las dos manos, y casi durante la conversación ni me miraba, pues, parecía que sus palabras iban dirigidas a las otras dos personas, lo cual a mi me disgustaba, creía por momentos, que trataba de evitarme, en fin que no brillaba por su simpatía, pero si por sus conocimientos.
L a conversación empezó con la cultura del charpeo, mi comentario se encamino a que ha pasado de ser una fiesta a ser un juego por momentos angustioso. Se comento que hace años estaba prohibido pero a la vez se consentía por la gobernación para evitar males mayores y la guardia civil estaba en alerta ante cualquier problema que pudiera surgir, digamos que no se jugaba tan a la vista como hoy en día, se hacía al aire libre y en sitios insospechados, se llego a decir que hasta en el consistorio se jugó.
Lo cierto es que lo prohibido siempre llama mas a la gente, creo que a partir de legalizarlo las charpas han caído en desuso.
En el cambio de conversación Angel hablo de un instrumento que llamó “Arcabuz” (creo que esa es la palabra que usó), el cual servía para regar, me lo describió como un pequeño ataúd el cual se metía en la acequia llenándose de agua y por medio de un impulso se lograba vaciar en la reguera salvando el desnivel y logrando así regar la huerta, siento no poder dar más detalles al respecto y no se si alguno de nuestros sabios (popis, marino, josean) ha oído hablar de ello, eso si comentaron que era un utensilio usado por los pobres, aunque intentó describirle, yo no pude entender el mecanismo, y lo siento, se hubiera necesitado mas tiempo para poder salvar mi torpeza y otras conversaciones distintas saltaban a la palestra (muchos temas en poco tiempo).
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Efectivamente Emilio existe ese instrumento de riego. Se denomina Arcabuz como tu dices, también Arcaduz y vulgarmente Alcaduz, palabras tomadas del árabe. No en vano ampliaron los conocimientos de elevación del agua para el riego por medio de norias.: el agua recogida en los también llamados cangilones (cajoncillos de madera) o arcaduces de la rueda era elevada hasta la máxima altura de su giro y allí se vertía en una canaleta, desde donde se distribuía a las acequias, albercas y canalizaciones. ... (ver texto completo)
Se me olvidaba darte mi enhorabuena por esa magnifica descripción de los lugares y personajes de la reunión de foreros. Muy buena la narrativa de lo eventos, digna de una crónica de Sociedad
Sinceramente emotiva. Saludos
Emilio tus relatos sobre tu estancia en Herrera muy interesantes.

Fué un placer saludarte (despues de tantos años) eres una persona genial, tu simpatía, hizo muy agradables los temas tratados. Un abrazo
Emilio: Qué decirte... me encanta leerte, nos haces vivir esos momentos que nos describes tan genialmente. Cómo no tenerte por un AMIGO con mayúsculas, si todo lo que te parece singular para el foro nos lo transmites con todo el cariño y sin importarte el tiempo invertido. Un besazo.
Muchas gracias Emilio por tildar las conversaciones con mi padre como MOMENTAZO, he hablado hoy con él, por teléfono y me ha dicho quién era el contertulio que estaba sentado con el bastón de mando, te puedo decir que es muy "buena gente", pero dice mi padre que es muy celoso de sí mismo y que prefiere pasar desapercibido, pero que es una bellìsima persona. Sigue deleitándonos con tus andanzas por el pueblo porque es un placer leerte. Haber cuando coincidimos en alguna quedada porque no se si tendrías ... (ver texto completo)