Al hilo de lo que hoy se comenta aquí en esta página sobre ciertas tiendas del pasado en la calle Colon de Herrera, saco a la palestra esta magnifica foto colgada por Chus, que nos muestra algo de esta cuestión, al fondo de la foto, vemos la casa donde actualmente reside la forera Celia, pues enfrente de la misma estaba ubicada en su día la tienda que conocimos como de LA PAZ LA FRANCESA, una tienda esta muy peculiar de la que se podía comentar algunas cosas curiosas de tiempos pasados. Saludos.
Volviendo al tema de establecimiento de alimentación.
Cuando era un niño, tenía curiosidad por casi todo lo que me rodeaba,
En el almacén de los Zuritas, sobre el mostrador que estaba situado junto a la puerta de la calle Calvo Sotelo, frente al pequeño estanco, tenían una maquina que parecía una jeringuilla, con la que sacaban aceite de un bidón que se hallaba bajo el referido mostrador, con este sistema no hacía falta reciclar el vidrio, siempre era la misma botella.
Otro de las actividades que me dejo sorprendido, fue cono extraían el vino o el liquido que fuese a través de una apertura superior, mediante la utilización de una manguera, no me podía creer que el liquido venciese la gravedad y subiese el solo por encima del nivel que ocupaba en el recipiente.
Al final de la compra había que ir a abonar la cuantía de todo lo comprado, esto se realizaba en la ventanilla de la oficina, junto a la misma en la parte interior había un molinillo de una sola aspa en forma de espiral, éste se apoyaba sobre un eje vertical, el molinillo en cuestión en ocasiones giraba y en otras estaba parado ¿Por qué sería?, he de decir que el mismo carecía de motor u otro mecanismo que le hiciese girar.
Cuando era un niño, tenía curiosidad por casi todo lo que me rodeaba,
En el almacén de los Zuritas, sobre el mostrador que estaba situado junto a la puerta de la calle Calvo Sotelo, frente al pequeño estanco, tenían una maquina que parecía una jeringuilla, con la que sacaban aceite de un bidón que se hallaba bajo el referido mostrador, con este sistema no hacía falta reciclar el vidrio, siempre era la misma botella.
Otro de las actividades que me dejo sorprendido, fue cono extraían el vino o el liquido que fuese a través de una apertura superior, mediante la utilización de una manguera, no me podía creer que el liquido venciese la gravedad y subiese el solo por encima del nivel que ocupaba en el recipiente.
Al final de la compra había que ir a abonar la cuantía de todo lo comprado, esto se realizaba en la ventanilla de la oficina, junto a la misma en la parte interior había un molinillo de una sola aspa en forma de espiral, éste se apoyaba sobre un eje vertical, el molinillo en cuestión en ocasiones giraba y en otras estaba parado ¿Por qué sería?, he de decir que el mismo carecía de motor u otro mecanismo que le hiciese girar.
En la tienda CASA MANUEL de mi abuelo también había ese sistema de venta de aceite a granel. Consistía en un émbolo que por un sistema de vacío absorbía el aceite de un bidón y, después se vertía sobre el recipiente que llevaba el cliente.
En esa tienda tenían una cortadora de fiambre sin motor. Por medio de una palanca y una caja de engranajes se conseguía una velocidad similar a las actuales aunque siempre había que estar dándole a la palanca.
También recuerdo un molinillo de café que tenía 2 ruedas grandes s los lado con un mango en cada una, diametralmente opuestos, echabas el café por arriba, unas cuantas vueltas y ya estaba molido.
Además eso dejaba un olor maravilloso.
Hablando de olores, recuerdo que cuando iba a comprar vino al almacén de los Zuritas, donde lo servían había una mezcla de olor a licores donde predominaba el del vino y también se notaba el del anís.
Antes todo se compraba a granel y había una gran habilidad para empaquetar las cosas sobre papel de estraza. No había bolsas de papel todavía.
En esa tienda tenían una cortadora de fiambre sin motor. Por medio de una palanca y una caja de engranajes se conseguía una velocidad similar a las actuales aunque siempre había que estar dándole a la palanca.
También recuerdo un molinillo de café que tenía 2 ruedas grandes s los lado con un mango en cada una, diametralmente opuestos, echabas el café por arriba, unas cuantas vueltas y ya estaba molido.
Además eso dejaba un olor maravilloso.
Hablando de olores, recuerdo que cuando iba a comprar vino al almacén de los Zuritas, donde lo servían había una mezcla de olor a licores donde predominaba el del vino y también se notaba el del anís.
Antes todo se compraba a granel y había una gran habilidad para empaquetar las cosas sobre papel de estraza. No había bolsas de papel todavía.