Claro que sì, Magos.
Pero el tiempo es inexorable.
Menos mal que disponemos de algo sumamente importante: La memoria, que nos permite revivir lo bueno y como no, tambièn las penas, que siempre nos envuelven, ya que es ley de vida.
La
piedra, estaba situada justito en la esquinita de la
casa de Patro. En esta
foto no se ve la casa de mìs tios, pero ya sabes que estar si que està. Que chiquyitita era, pero cuanta vida atesorò. Cuantas alegrìas. Que
felices eramos y con que pocas cosas.
Un beso
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