En éste
jardin, cuando la
casa pertenecía a Dña Maruja, había un magnífico lilar que nos alegraba la vida a todos los que pasabamos habitualmente por allí, aquellas lilas eran un regalo para la vista y para el olfato.
Muchos, estoy segura que lo recordarán, y lo extrañarán igual que yo.
Bonita
foto de la
torre de la
iglesia aúnque se la vea un poco deteriorada.
Un beso Jose Luis.