Fernando, me alegro mucho de nuestro encuentro casual y de haber podido hablar contigo esos pocos minutos. Dicen que es de bien nacido ser agradecido y en ti queda patente. Pero quiero que sepas que yo también te agradezco de corazón tus palabras, que me llegaron al alma.
Queda pendiente el café para otra ocasión.
Un abrazo
Queda pendiente el café para otra ocasión.
Un abrazo