La
Estaciòn de Ferrocarril.
Unas cuantas veces bajè y subì al
tren desde aquì. Alegrìa sin fin cuando llegaba de madrugada y tristeza cuando volvìa a tomar el tren de regreso a
Madrid despuès de haber estado unos cuantos meses en mì
pueblo. En mì Herrera querida.