Luz ahora: 0,09200 €/kWh

HERRERA DE PISUERGA: Abuelo, parece ser que con los años has perdido el...

LA RIFA DEL PAVO
Aquellas navidades del año setenta y tantos iban a resultar de lo más curioso.
A alguien se le ocurrió hacer un sorteo para sacarse unas pesetillas, y decidió sortear un pavo que previamente había criado para la ocasión, así que puestas manos a la obra saco 100 papeletas, y la venta de estas empezó siendo dura, pues había que ir vendiéndolas entre los amigos y dando un poco de bombo a este sorteo por las tascas y bares y mira por donde las papeletas fueron desapareciendo poco a poco de las manos de nuestro ingenioso hombre, tal fue la venta que decidió volver a hacer otra remesa de papeletas que por cierto también debió de vender pues había expectación por la rifa.
Llegando ya las fechas de navidad se procedió al sorteo, que los mentideros y comentarios situaron en un bar en el cual se extrajo de un fardel un papel con un numero escrito.
El poseedor del número seria el nuevo propietario del pavo. He aquí que tras mucho buscar pero poco esperar aparecieron dos personas que tenían el mismo número premiado, tras lo cual nuestro hacedor no tuvo objeción en dar el pavo y que se lo repartieran entre los dos.
Los dos premiados se quejaron de que el sorteo debe de premiar con un pavo a cada uno, que como se le ocurre hacer dos tiradas de papeletas del 1 al 100, cuando podía haber hecho una tirada del 1 al 200. En fin nuestro amigo dijo que el sorteo lo organizaba él y que hicieran con el pavo lo que quisieran.
Las risas y comentarios de aquellas navidades no dejaron a nadie indiferente y pusieron una piedra más en las curiosidades e historias de nuestra ciudad.
PERO FUE VERDAD O MENTIRA.

Yo nunca había oído hablar de esta rifa, pero de los herrerenses me lo creo todo. Un saludo Emilio

Pues esta claro Cristina, ni tu ni nadie en Herrera oyo nunca jamas hablar de este relato absurdo de Emilio, que carece de base y datos concretos, (¿Quien fue el que hizo la rifa?. (¿Quienes fueron los agraciados?, ¿En que lugar se realizo? etc. etc. Ni tiene interes ni gracia alguna. Yo no me creo ni considero a los herrerenses, ignorantes, tontos ni gilipollas para ocurrirseles un hecho tan absurdo como este que cuenta Emilio. Con la de cosas bonitas, interesantes, amenas e ilustrativas que tiene Herrera para contar....

Abuelo, parece ser que con los años has perdido el sentido del humor, si es que alguná vez lo tuviste. Y no sé cómo puedes extrañarle tanto de la anécdota que nos ha relatado Emilio, pues anda que no hay para contar y de aquellas que dejarían atrás al que asó la manteca.