HERRERA DE PISUERGA: Hoy he estado con la Oncóloga, todo marcha bien y regresado...

Hoy he estado con la Oncóloga, todo marcha bien y regresado contento.
Y ahora, con Agosto finalizándo y próximo Septiembre, Fiestas de Piedad; voy a
intentar recordar un poco, el ambiente festivo de los años 50-60.
En primer lugar, se colocaba, en las principales calles y de pared a pared, unas
banderitas de colores vistosos, que daba alegría verlas. En la puerta del Café
Español "la de la calle que sube a la Plaza", se ponía una señora que vendía
Avellanas: la medida, era un Bote. Luego, un poco más arriba, en esquina derecha, ya
entrando en la plaza, nos encontrábamos con el puesto de frutas, de Victorina
Campo, conocida como "La coco", con las Avispas revoloteando sobre las uvas.
(a sus hijos, Carmina y Paulino, les pido perdón, por el mote de su madre)
Junto al Ayuntamiento, siempre había un montón de melones, de enormes dimensiones
y el dueño, dormía junto al montón. Infinidad de puestos de caramelos y "puros"de
dulce. Después entramos en los diversos aromas: el olor a churros ¡tan ricos!, las
almendras garrapiñadad, sin olvidar las manzanas bañadas de dulce y el algodón
de azucar. A los "chiguitos" de pantalón corto, nos parecía un mundo fantástico.
No quiero pasar por alto, la caseta de tiro del Sr. Isidro Vargas, con aquellos
aviones, que si tenías buena puntería, se abría una puerta y bajaba colgado de un
alambre y al final explotaba la "bomba" que tenía en el morro. Lo llamàbamos la
"Bomba atòmica". Luego tambien había, otra caseta de tiro, que era del mismo señor
que ponía "los caballitos" con las cadenas, donde se montaban los más mayores.
Otra atracción de aquella época, era,"las barcas". Como botes de remo, que eran,
en realidad, columpios, (creo que ésto, ya pasó a la historia)
No quiero olvidar, aquellas estupendas verbenas, amenizadas por la Dulzaina y
la Banda de Música, que iban turnándose. ¡Cómo disfrutaba "el personal" y qué sa
-no era todo. Por último, qué decir de aquellos primitivos Fuegos Artificiales.
Unos postes metidos en un hoy echo en el suelo, y arriba una rueda que giraba
despidiendo chispas y haciendo ruido de petardos, con una gran traca final.
En capítulo aparte, están los Cabezudos, y el Rey con su Reina. Al llegar al
Ayuntamiento, realizaban varios bailes. Me llaman para comer, lo siento
Un saludo a mis paisanos.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Angel que te aproveche la comida. A la mayoría y a mí por supuesto, nos gustan todos los relatos e historias de aquellos años, algunos como es mi caso, no siempre pudimos disfrutarlo, como muy bien hubiéramos deseado, pero de este relato todos nos aprovechamos, tener un redactor tan elocuente un verdadero lujo.
Un fuerte abrazo.
has puesto olor, sabor y color, no se puede pedir más.
Hablando en términos taurinos, a ti hay que devolverte a los corrales pero no por manso sino por trapío, quiero decir indultado por buen juego y nobleza.
Me alegro mucho de lo que te ha dicho tu "mecánica" y ójala puedas estar pronto en Herrera, si tienes suerte te darás cuenta de cuantas amigas tienes en o son de Herrera porque forenos somos pocos.

No se si lo he contado y es una lástima que hace años no hubiera cámaras para grabarlo todo. Esto lo digo porque recuerdo una aparición tuya en el ... (ver texto completo)
Angel Gonzalez (herrerita):

Magnifica crónica de las fiestas de la Piedad (la función) de nuestro pueblo Herrera de Pisuerga, a la que también se la puede añadir, los retratistas y fotografos ambulantes, los limpiabotas a la puerta de los bares, los almendreros con el tradicional juego del bote, los pellejeros que iban de puerta en puerta comprando las pieles de los conejos y lechazos sacrificados para celebrar la fiesta y alguna otra actividad mas como consecuencia de esta fiesta.- Saludos.
Cuantos buenos recuerdos de la mano de Angelito y popis, os habéis olvidado de los tiros de bolas aquellas bolas de anís tan grandes que no ta cabían en la boca y te duraban muchísimo por lo que disfrutabas de tirar y de chupar aunque no siempre conseguías dar a la bola, porque las escopetas estaban desviadas otra de las cosas que siempre me llamaba la atención era aquellas vendedoras de avellanas, tan gordas como eran (las avellanas) en una ocasión haciendo un gran sacrificio económico las compre, ... (ver texto completo)