Estos pellejos de vino, fueron muy famosos en los años de nuestra niñez.
El susodicho Crespo, venía desde Alar con un camión y repartía por las tiendas y
bares. Un buen dia, estando el camión aparcado, frente a la librería de mi padre,
entró a comprar algo y desprendía un tremendo olor a vino.Él dijo que se había
reventado un pellejo sobre sus espaldas. Este hombre, cojeaba visiblemente, creo
que le faltaba parte de un pié. Un saludo.
El susodicho Crespo, venía desde Alar con un camión y repartía por las tiendas y
bares. Un buen dia, estando el camión aparcado, frente a la librería de mi padre,
entró a comprar algo y desprendía un tremendo olor a vino.Él dijo que se había
reventado un pellejo sobre sus espaldas. Este hombre, cojeaba visiblemente, creo
que le faltaba parte de un pié. Un saludo.