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HERRERA DE PISUERGA: Es que antes los zapatos eran duros, por no decir imposible,...

Es que antes los zapatos eran duros, por no decir imposible, de domesticar. Yo soy de la época de los zapatos Segarra que decían de colegial, con la suela de tocino. Si te los comprabas justos mal y si eran de un número más peor, pero tu ilusión era salir con zapatos nuevos de la tienda porque solía pasar una vez al año. El día del estreno daban para ir a "misa de 10" (era obligatorio) y a casa a cambiarte con ampollas, sobre todo por la zona del tendón y en los dedos. Con tiempo se iban endureciendo las partes sensibles del pie hasta hacer callo y una vez hechos los callos correspondientes ya los podías usar todos los días. Ahora recuerdo y no entiendo mucho aquello que se decía que "estás más contento que un niño con zapatos nuevos".