Hermosa oración o dedicatoria, Ángel. Hace mucho que no voy a Mijas, pero la próxima vez que lo haga, me acordaré y si puedo, me acercaré a la ermita de San Antonio. Hace menos de 3 meses que perdí a mi compañera-perra, Duna, después de casi 15 años de mutua compañia y como dice la oración, ojalá yo me pareciese a mi perra, en bondad, fidelidad y entrega. ¡Distamos mucho de parecernos a nuestros animales, por desgracia! Un abrazo perruno a todos los que conviven con ellos.
Precisamente a Mijas se lo conce mas bien por los encantos de otro animal y ese si que se mereceria tambien mas de un poema por lo sufrida que llego a ser su vida en otros tiempos
Tienes razón. La verdad es que los burros de Mijas son famosos pero mi memoria infantil no olvida al "Bonito", el burro de mi tio Fermín (seguro que Fernan tiene también buenos recuerdos de él). Y anécdotas de animales queridos debe de haber muchas, muchísimas en Herrera. Has sacado un buen tema de conversación, Emilio.