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gracias Talega (ya me dirás que Talega eres), por recordar a mi padre. Mucho he oido, pero poco pude vivir de él... se murió cuando yo tenia 11 años. Sé que era popular y hacia reir en los bares al igual que Nono. Eran tiempos en los que la gente se divertía con la gente y no con la tele. Un abrazo y... no te olvides de decirme quien eres.
Hola juan (melchorin) hijo de Melchor Pérez (cubano). Lo que dices de tu padre y Nono (cuchareta), es real y cierto como la vida misma, "muchas y graciosas anedotas dejaron para el recuerdo en nuestro pueblo como buenos herrerenses que fueron.
Ahora que ha salido a la palestra, nuevamente la foto de Tete, Nono y Melchor,
voy a contar dos de las muchas anécdotas de Melchor. Antes de nada, quiero decir
a Melchorín, que no se me enfade, por decir una de las situaciones graciosas que
su padre protagonizó en Herrera. Sucedió en el Café Español y fué como sigue:
Estando Melchor, tomándose un vino en cuadrilla, se le "escapó" una flatulencia
sonora, con lo cual, Armando le advirtió educadamente, que "eso" no debía hacerse
allí. Y Melchor, con toda tranquilidad le contestó:"perdona Armando, es que se me
ha caido".
La siguiente fué así: Se encontraron en Palencia, Melchor y Luis de la Iglesia,
como ya era hora de regresar a Herrera, Luis le dijo que se viniera con él.
Cuando llegaron a Herrera, Melchor, le agradeció a Luis el favor y soltando una
de sus peculiaridades dialécticas, le dijo "Bueno Luis, como nada vas a pedirme,
nada te doy"
Ésto es una muestra de la gracia natural y espontánea del "adobero".
voy a contar dos de las muchas anécdotas de Melchor. Antes de nada, quiero decir
a Melchorín, que no se me enfade, por decir una de las situaciones graciosas que
su padre protagonizó en Herrera. Sucedió en el Café Español y fué como sigue:
Estando Melchor, tomándose un vino en cuadrilla, se le "escapó" una flatulencia
sonora, con lo cual, Armando le advirtió educadamente, que "eso" no debía hacerse
allí. Y Melchor, con toda tranquilidad le contestó:"perdona Armando, es que se me
ha caido".
La siguiente fué así: Se encontraron en Palencia, Melchor y Luis de la Iglesia,
como ya era hora de regresar a Herrera, Luis le dijo que se viniera con él.
Cuando llegaron a Herrera, Melchor, le agradeció a Luis el favor y soltando una
de sus peculiaridades dialécticas, le dijo "Bueno Luis, como nada vas a pedirme,
nada te doy"
Ésto es una muestra de la gracia natural y espontánea del "adobero".