Se me ha ocurrido de repente. Un pequeño homenaje al sufrido burro.
Ya vienen los burros
entre cascajales,
con los serones llenos
de materiales.
Uno detrás del otro,
los borriquillos
cargan arena y grava,
también ladrillos.
Ya vienen los burros
por el sendero
y animándoles cantando,
viene el burrero.
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Ya vienen los burros
entre cascajales,
con los serones llenos
de materiales.
Uno detrás del otro,
los borriquillos
cargan arena y grava,
también ladrillos.
Ya vienen los burros
por el sendero
y animándoles cantando,
viene el burrero.
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Sin duda entre los dichos de marino y los poemas de Angel se enriquece el foro. Cuantos dichos de aquellos se nos han quedado en el olvido, una pena.
Cuando mi padre subia de la huerta, siempre dejaba beber agua al animal al cruzar el vado de la acequia en el camino que baja de la chorquilla.
Mi hermano y yo subiamos montados al lomo y en ese sitio yo me veia siempre en el agua, pues el animal agachaba el cuello para beber y nos agarrabamos como lapas para no caernos hacia delante, pero que largos nos parecian aquellos tragos.
Una vez en la misma chorquilla se resbalo hacia un lado la manta que cubria el lomo en el cual estabamos sentados, yo me agarre al cuello del animal, pero mi hermano dio con sus posaderas en el suelo con arto dolor y yo en cambio esbozaba una leve sonrisita que me valio para que recayeran sobre mi las culpas del evento. En fin eran otros tiempos
Cuando mi padre subia de la huerta, siempre dejaba beber agua al animal al cruzar el vado de la acequia en el camino que baja de la chorquilla.
Mi hermano y yo subiamos montados al lomo y en ese sitio yo me veia siempre en el agua, pues el animal agachaba el cuello para beber y nos agarrabamos como lapas para no caernos hacia delante, pero que largos nos parecian aquellos tragos.
Una vez en la misma chorquilla se resbalo hacia un lado la manta que cubria el lomo en el cual estabamos sentados, yo me agarre al cuello del animal, pero mi hermano dio con sus posaderas en el suelo con arto dolor y yo en cambio esbozaba una leve sonrisita que me valio para que recayeran sobre mi las culpas del evento. En fin eran otros tiempos
