HERRERA DE PISUERGA: Cuando se es niño, la vida en un pueblo es fantástica,...

Hemos tenido cinco perros; he disfrutado mucho con ellos; han sido importantes para mi, y como todas las personas que tienen o han tenido animales, guardo "mil" anécdotas de ellos.
-Una pastor alemán -la Lobis-. A los 10, 12 años iba a todos los sitios con mi perra porque los chiguitos me corrían.
-Una perra-loba, -la Volga-. Con 17 años salía con un chico de Alar; un sábado que íbamos con otras parejas, en la calle Bodegas salió la Volga y le rompió los pantalones, les había estrenado ese día para ir a Herrera; imaginaros el cachondeo de los otros.
- Un mastín, -el Yelco- Un coche le dio en el morro y se quedó en el acto. Me faltaban unos días para dar a luz, (la sensibilidad se tiene al límite), lloré, lloré...
- Un san bernardo, - el Kazán- Este perro hacía de colchón a los niños de la familia, se ponían encima de él, no le dejaban tranquilo, y ni se inmutaba.
- Una perrita "ratonera", -la Yuli- Solo tenía ojos para mi Madre. Fue la más longeva, duró 19 años.

Hola Piedad, precioso animal, por su aspecto le cuidabais mucho, no solo con la alimentación también con el cepillo. Por su tamaño y su manifiesta fuerza debería estar bien educado, me imagino que respondería a todas la ordenes, especialmente a la de parar, si no fuera así, me parece que arrastraría a cualquiera.

Cuando se es niño, la vida en un pueblo es fantástica, pero todo es una rutina, estábamos esperando cualquier acontecimiento que se saliese de ésta para divertirnos aún más, eso les pasaba a los cazadores que estaban esperando el día en que se abría la veda para pegar cuatro tiros por el campo, después algunos se reunían para comentar y exhibir su bien empleado día, otros se iban directamente a casa con toda la canana completa de cartuchos. Un domingo primero de apertura de veda, en que hacía mucho calor se reunieron por la tarde en la plaza mayor un número importante de cazadores, con sus coches y remolques, donde llevaban a sus perros, no recuerdos cuantos de estos se encontraban muertos, otros los tenían de espaldas sobre la acera semiinconscientes, dándoles aire con un cartón y refrescándoles con el agua del pilón, desconozco porque sucedió lo narrado, podía haber sido por el excesivo calor y falta de aire dentro de los remolques
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Recuerdo aquel domingo como si hubiera sido la semana pasada, dejaron a los perros en el autobús, yo no sabía que se estaban axfisiando, si nos llamaba la atención que una ventanilla no estaba del todo cerrada y por la rendija que quedaba abierta tres o cuatro perros sacaban sus hocicos para respirar, fueron los que se salvaron, fue un drama la plaza llena de perros muertos o moribundos, a algunos les hacían la respiración artificial. Recuerdo como lloraban los cazadores.