Llego el anhelado dia 7 de junio y paso, pero lo que desde luego no pasara el recuerdo de encontrarnos tras muchos años sin vernos lo que fue motivo de escenas muy afectivas y de enorme emotividad. Fue un Dia trascendente por lo que significaba el encuentro que desde el primer momento (11 de la mañana) hasta el final (11,30 de la noche) transcurrio entre los recuerdos del pasado y la alegría del presente. Son muchos los momentos de alegría que hemos vivido y desde aquí deseo dar las gracias a n/Alcalde JAVI SAN MILLAN, que en todo momento estuvo atento y servicial (LE CONTAGIAMOS) e igualmente al Grupo TIERRAS CASTELLANAS DE TRES CANTOS.- Madrid, que se desplazo a Herrera con el objetivo fundamental de colaborar en un dia tan importante PARA MI, puesto que con ello me han demostrado el cariño y el enorme afecto que me tienen. ¡GRACIAS! MUCHAS GRACIAS A TODOS, QUINTOS, ACOMPAÑANTES, AYUNTAMIENTO ect. ect. e igualmente a herrerenses que nos acompañaron llegados de Bilbao, Santander, Valladolid, Madrid ect. et. para saludarnos y pasar un dia en nuestra compañía.
Me alegro que ese día fuera tan maravilloso para todos vosotros, fuistéis muy felices por la celebración de tan importante y entrañable acontecimiento y el poder volver a reuniros tantos quintos herrerenses del 64, ¡supongo que una pasada!, el volver a recordar y rememorar (esta vez con familiares), tantas y tantas vivencias pasadas por nuestro querido y en muchasss ocasiones añorado Herrera, no hay palabras para describirlo. Tengo que decir, que es muy digno de admirar y a la vez alabar, el trabajo realizado por el/los encargado/os de tan interesante reuniónn. Me haría gran ilusión, poder llegar a celebrar y disfrutar cuando llegue la mía, por lo menos tanto como fué la vuestra. Saludos.
Hola, Juan Carlos:
Verdaderamente, el dia fue extraordinario. Todo salió a pedir de boca y nunca
mejor dicho, pues comimos bien en "El Roble". El que se encargó de montar todo
el tinglado fue José Luis, hermano de Julieta, peluquera en la C/Doctor Abad.
Envío la poesía que dediqué a toda la quinta, durante la comida.
El río de nuestra vida
aún está lejos del mar
y la enfermedad sufrida,
la debemos olvidar.
La vida no está acabada
y aunque el tiempo ha transcurrido,
cincuenta años no es nada
porque los hemos vivido.
Medio siglo en nuestras vidas,
de risas y de pasiones,
algunas penas vividas
y también con ilusiones.
Fuimos quintos de buen brillo,
fuimos jóvenes y nobles,
mientras la Orquesta "Angelillo"
tocaba los pasodobles.
La quinta tuvo buen tino,
pues con orgullo y nobleza
se trasegó mucho vino
y no perdió la cabeza.
De todo me acuerdo bien
y lo recuerdo con ganas,
la Imprenta de Don Senén
nos imprimió los progamas.
Ya una vez en el cuartel
nos dieron los uniformes,
que no eran de Cortefiel
y no quedamos conformes.
La bandera juramos con ilusión
y ofrecimos nuestra sangre,
tragamos mucha instrucción
y comimos poca carne.
Desayunos de minucia
y ranchos de poco fuste,
mas cuando el hambre acucia
no hay comida que no guste.
Pero en el Cincuentenario
he comido como un Noble,
un menú nada ordinario
preparado por "El Roble".
Todo acaba y todo pasa
y la mili se acabó,
nos vinimos para casa
y todo aquello pasó.
Mas brindemos a porfía
con ilusión y con maña
y recordemos que un día
fuimos soldados de España.
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Verdaderamente, el dia fue extraordinario. Todo salió a pedir de boca y nunca
mejor dicho, pues comimos bien en "El Roble". El que se encargó de montar todo
el tinglado fue José Luis, hermano de Julieta, peluquera en la C/Doctor Abad.
Envío la poesía que dediqué a toda la quinta, durante la comida.
El río de nuestra vida
aún está lejos del mar
y la enfermedad sufrida,
la debemos olvidar.
La vida no está acabada
y aunque el tiempo ha transcurrido,
cincuenta años no es nada
porque los hemos vivido.
Medio siglo en nuestras vidas,
de risas y de pasiones,
algunas penas vividas
y también con ilusiones.
Fuimos quintos de buen brillo,
fuimos jóvenes y nobles,
mientras la Orquesta "Angelillo"
tocaba los pasodobles.
La quinta tuvo buen tino,
pues con orgullo y nobleza
se trasegó mucho vino
y no perdió la cabeza.
De todo me acuerdo bien
y lo recuerdo con ganas,
la Imprenta de Don Senén
nos imprimió los progamas.
Ya una vez en el cuartel
nos dieron los uniformes,
que no eran de Cortefiel
y no quedamos conformes.
La bandera juramos con ilusión
y ofrecimos nuestra sangre,
tragamos mucha instrucción
y comimos poca carne.
Desayunos de minucia
y ranchos de poco fuste,
mas cuando el hambre acucia
no hay comida que no guste.
Pero en el Cincuentenario
he comido como un Noble,
un menú nada ordinario
preparado por "El Roble".
Todo acaba y todo pasa
y la mili se acabó,
nos vinimos para casa
y todo aquello pasó.
Mas brindemos a porfía
con ilusión y con maña
y recordemos que un día
fuimos soldados de España.
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Angel.... eres un AS
Piedad, Juan Carlos, Cristina: Gracias por el aliento que me dais, con vuestros
infundados, pero sinceros parabienes. Para los que no somos poetas, los versos
fluyen cuando algo muy triste o muy alegre, sientes en el corazón. Una conmoción
de sensaciones internas, hacen que la poesía; buena, mala o regular, brote en un
ser humano sensible. Gracias y ¡Aupa Herrera!
infundados, pero sinceros parabienes. Para los que no somos poetas, los versos
fluyen cuando algo muy triste o muy alegre, sientes en el corazón. Una conmoción
de sensaciones internas, hacen que la poesía; buena, mala o regular, brote en un
ser humano sensible. Gracias y ¡Aupa Herrera!