Con este recuerdo a San Blas y su tortilla me hace pensar en aquella excursión a Zorita año tras año, siempre con un frío terrible, el valor de sentarnos en las eras a comer aquella rica tortilla de chorizo hecha con tanto amor de todas nuestras madres, por la mañana el haber ido a misa con el paquete de galletas (tostadas de palacios), el paquete de chocolata Mata, algún que otro caramelo de la señora Nati y un tarrito de miel de casa Manuel, para que lo bendijera Don Félix y así cuando padecieramos de anjinas, comiendo un poquito de aquellos manjares benditos nos desapareciera el mal, en mas de una ocasión finjiamos la afección para que nos dieran aquella golosina bendita. Me pregunto, de donde viene la tradicción de ir a comer la tortilla a Zorita y además que fuera de chorizo. Yo me lo he pasado muy bien en Zorita, pues casi todos los años, ya siendo poyita, iba a pasar las fiestas a casa de unos amigos,! que bailoteos en la panera! Recuerdo que los músicos, estaban en una tarima pero en muy alto tocando el techo, con estos recuerdos he pasado un buen rato y OS lo he hecho participe, un saludo