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Ya que ha salido a relucir la "mili" y el calor que pasasteis en la Jura de Bandera, os contaré algo de
mis experiencias como soldado. Yo hice la "mili" en El Pardo, a poca distancia del Palacio, con 17 añitos.
Como juramos Bandera en el patio del cuartel, no recuerdo muchos calores, porque el desfile no podía ser
muy largo. Pero me "chupé" dos Desfiles de la Victoria en Madrid. Antes de desfilar, nos tenían de pie a
pleno Sol, comiendo un bocadillo de sardinas, durante un tiempo que se hacía eterno. Hacía tanto calor, que
al hacer rodilla en tierra, a más de uno se nos manchó el pantalón de Brea. Aquellos desfiles eran tan
largos, que algunos caían mareados. Os hablo de los años 60-61, pues fuí voluntario, un poco engañado, pues
en vez de encontrarme con talleres para aprender un oficio, me chupé 20 meses de mili pura y dura. Poca
comida y mucha instrucción. Al ser cabo instructor, tragué todo el polvo del mundo, hasta que me licencié
en Noviembre del 61. De la higiene en la compañía, ni os cuento. No se desinfectaba nunca; se dormía en col
-chonetas de paja; había chinches enormes, etc. etc. Para terminar este rollo; se comía tan poco, que compraba
tocino en el economato del cuartel, para hacerme bocadillos con chuscos que me daba el Furriel. Termino;
las duchas y la piscina, las abrieron dos o tres veces, en 20 meses.... Nos aseábamos como podíamos, en el
Manzanares, cuando hacía buen tiempo. Saludos.
mis experiencias como soldado. Yo hice la "mili" en El Pardo, a poca distancia del Palacio, con 17 añitos.
Como juramos Bandera en el patio del cuartel, no recuerdo muchos calores, porque el desfile no podía ser
muy largo. Pero me "chupé" dos Desfiles de la Victoria en Madrid. Antes de desfilar, nos tenían de pie a
pleno Sol, comiendo un bocadillo de sardinas, durante un tiempo que se hacía eterno. Hacía tanto calor, que
al hacer rodilla en tierra, a más de uno se nos manchó el pantalón de Brea. Aquellos desfiles eran tan
largos, que algunos caían mareados. Os hablo de los años 60-61, pues fuí voluntario, un poco engañado, pues
en vez de encontrarme con talleres para aprender un oficio, me chupé 20 meses de mili pura y dura. Poca
comida y mucha instrucción. Al ser cabo instructor, tragué todo el polvo del mundo, hasta que me licencié
en Noviembre del 61. De la higiene en la compañía, ni os cuento. No se desinfectaba nunca; se dormía en col
-chonetas de paja; había chinches enormes, etc. etc. Para terminar este rollo; se comía tan poco, que compraba
tocino en el economato del cuartel, para hacerme bocadillos con chuscos que me daba el Furriel. Termino;
las duchas y la piscina, las abrieron dos o tres veces, en 20 meses.... Nos aseábamos como podíamos, en el
Manzanares, cuando hacía buen tiempo. Saludos.