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Hace ya bastante tiempo, aproximadamente en los años 50, venían por los pueblos, unos humildes carromatos
en los que se leía CIRCO. Eran gitanos que, tenían algunos animales para el espectáculo. Se solía comentar
han venido los húngaros. Quizá algunos lo fueran, ya que su acento era un poco "raro". Esta gente nómada,
se presentaba incluso con un Oso, como principal "estrella". Otros en cambio, con una cabra se arreglaban.
Mientras el "músico" tocaba la trompeta, el animal trepaba hacia una minúscula superficie y posando las
cuatro patas, se quedaba quieta manteniendo el equilíbrio. Había otros números, pero éste era la estrella.
Después pasaban el sombrero, para recoger en monedas, la buena "voluntad" del público. Estos Circos que
recorrian los pueblos de España, los vimos en Herrera varios años.
Y ahora, pasamos a las típicas "comedias" en la plaza de Herrera. Hubo un cómico enano que, se hizo muy
famoso. Este pequeño gran hombre, con una estatura de 95 centímetros, se llamaba COSMIN. Nació en Llanes en
el año 1939. Aparte de gran cómico, tocó la batería con un grupo musical llamado "Los Astur". Durante dos
meses, actuó en su espectáculo la que más tarde sería Marifé de Triana. Cosme Menéndez García, que así se
llamaba este artísta, casi liliputiense, fué muy querido en Herrera. La gente cantaba cariñosamente, algo
que se hizo muy popular: "Cosmín, Cosmín, te quiero porque eres muy chiquitín". A los 12 años, comenzó su
carrera artística, en una compañía de Varietés que regentaba su tía Luisa. Actuó en TVE, en los programas:
"Vivir cada día" y "Fantástico". Después de su dilatada e interesante vida artística, regentó un Kiosko
y se vió obligado a desplazarse en una silla de ruedas con motor. Murió en el año 2013. En su pueblo, le
adoraban y no me extraña.
Cuentan de él, una curiosa anécdota. Siendo todavía un crio, durante una Semana Santa, Cosmín fué a confe
-sarse y el cura le dijo: Ponte de pié, chaval.Él contestó, ya lo estoy, padre. Un saludo al foro.
en los que se leía CIRCO. Eran gitanos que, tenían algunos animales para el espectáculo. Se solía comentar
han venido los húngaros. Quizá algunos lo fueran, ya que su acento era un poco "raro". Esta gente nómada,
se presentaba incluso con un Oso, como principal "estrella". Otros en cambio, con una cabra se arreglaban.
Mientras el "músico" tocaba la trompeta, el animal trepaba hacia una minúscula superficie y posando las
cuatro patas, se quedaba quieta manteniendo el equilíbrio. Había otros números, pero éste era la estrella.
Después pasaban el sombrero, para recoger en monedas, la buena "voluntad" del público. Estos Circos que
recorrian los pueblos de España, los vimos en Herrera varios años.
Y ahora, pasamos a las típicas "comedias" en la plaza de Herrera. Hubo un cómico enano que, se hizo muy
famoso. Este pequeño gran hombre, con una estatura de 95 centímetros, se llamaba COSMIN. Nació en Llanes en
el año 1939. Aparte de gran cómico, tocó la batería con un grupo musical llamado "Los Astur". Durante dos
meses, actuó en su espectáculo la que más tarde sería Marifé de Triana. Cosme Menéndez García, que así se
llamaba este artísta, casi liliputiense, fué muy querido en Herrera. La gente cantaba cariñosamente, algo
que se hizo muy popular: "Cosmín, Cosmín, te quiero porque eres muy chiquitín". A los 12 años, comenzó su
carrera artística, en una compañía de Varietés que regentaba su tía Luisa. Actuó en TVE, en los programas:
"Vivir cada día" y "Fantástico". Después de su dilatada e interesante vida artística, regentó un Kiosko
y se vió obligado a desplazarse en una silla de ruedas con motor. Murió en el año 2013. En su pueblo, le
adoraban y no me extraña.
Cuentan de él, una curiosa anécdota. Siendo todavía un crio, durante una Semana Santa, Cosmín fué a confe
-sarse y el cura le dijo: Ponte de pié, chaval.Él contestó, ya lo estoy, padre. Un saludo al foro.
Bonito relato de esa época. Yo, años más tarde, recuerdo que venían los "titiriteros" a la plaza, se ponían en la parte alta del pilón y los niños sentados en el suelo y los mayores detrás, pasábamos un buen rato. Cada vez que había una actuación de este tipo se convertía en acontecimiento. Luego también hemos disfrutado de los mejores circos, aún no existían las piscinas y recuerdo al circo que vino con Pinito del Oro (creo que era el circo Price). También los Hermanos Tonetti (creo que era el Circo Atlas y creo que montaron la carpa donde hoy están las escuelas). También recuerdo a Barbaché que hacía equilibrios con su barbilla y demostraciones de fuerza. Por fiestas tuvimos espectáculos cómico taurinos como El Bombero Torero.
Recuerdos bonitos, recuerdos de Herrera. En algunas cosas creo que éramos privilegiados a nivel de espectáculos circenses, taurinos e incluso musicales.
Eran tiempos donde se disfrutaba de cualquier evento porque todo lo hacíamos en el pueblo y cuando había un buen espectáculo se creaba un ambiente festivo en Herrera porque acudían gentes de los pueblos de alrededor. Al día siguiente se quedaba el pueblo normal y parecía que estaba vacío. Esa sensación la recuerdo, sobre todo, en fiestas. La semana de antes los preparativos, montando las atracciones en la plaza, el sábado se palpaba el ambiente incluido el típico apago de luz por el consumo de todas las atracciones, luego los días de fiesta con su ambiente y sus olores a churros, pólvora y asado, después se quedaba el pueblo desolado, empezaba la escuela, llegaban fríos y salvo la feria de los Santos se hacía largo hasta Navidades que, cuando acababan, daban paso a otra época más fría y larga hasta Semana Santa. Así pasábamos los años.
Recuerdos bonitos, recuerdos de Herrera. En algunas cosas creo que éramos privilegiados a nivel de espectáculos circenses, taurinos e incluso musicales.
Eran tiempos donde se disfrutaba de cualquier evento porque todo lo hacíamos en el pueblo y cuando había un buen espectáculo se creaba un ambiente festivo en Herrera porque acudían gentes de los pueblos de alrededor. Al día siguiente se quedaba el pueblo normal y parecía que estaba vacío. Esa sensación la recuerdo, sobre todo, en fiestas. La semana de antes los preparativos, montando las atracciones en la plaza, el sábado se palpaba el ambiente incluido el típico apago de luz por el consumo de todas las atracciones, luego los días de fiesta con su ambiente y sus olores a churros, pólvora y asado, después se quedaba el pueblo desolado, empezaba la escuela, llegaban fríos y salvo la feria de los Santos se hacía largo hasta Navidades que, cuando acababan, daban paso a otra época más fría y larga hasta Semana Santa. Así pasábamos los años.
Efectivamente, felix, todos aquellos eventos, nos hacían felices, porque eramos unos críos y la infancia es
la mejor época de la vida. Después, el paso de los años y los avatares de la vida, nos amargan un poco la
existencia. Y hablando de Circos, los más grandes que recuerdo en Herrera, con buenos artistas y un buen
número de fieras, son: Circo Monumental y Prin Freres Cirque, eran enormes. A los hermanos Tonetti, con su
pequeño Circo Atlas -sin fieras- los ví en Santander, mientras estaba en el campamento de Somo.
Al Price, con Pinito del Oro, no pude verle, porque estaba en Palencia. El Bombero torero, con sus enanos,
llenaban la Plaza, y el amigo Barbaché, estuvo varios días levantando el arado romano. Lo que también era
motivo de distracción, consistía en ver cómo los feriantes montaban sus carruseles, tómbolas, casetas de
tiro etc. etc. El final de Las Fiestas -ya lo dices tú- suponía volver a la rutina: las calles con poca
gente, después el frío, la nieve y Navidades que, nos alegraban un poco el semblante, y la noche de Reyes,
siempre con el misterio de los regalos. Buenas noches, amigo.
la mejor época de la vida. Después, el paso de los años y los avatares de la vida, nos amargan un poco la
existencia. Y hablando de Circos, los más grandes que recuerdo en Herrera, con buenos artistas y un buen
número de fieras, son: Circo Monumental y Prin Freres Cirque, eran enormes. A los hermanos Tonetti, con su
pequeño Circo Atlas -sin fieras- los ví en Santander, mientras estaba en el campamento de Somo.
Al Price, con Pinito del Oro, no pude verle, porque estaba en Palencia. El Bombero torero, con sus enanos,
llenaban la Plaza, y el amigo Barbaché, estuvo varios días levantando el arado romano. Lo que también era
motivo de distracción, consistía en ver cómo los feriantes montaban sus carruseles, tómbolas, casetas de
tiro etc. etc. El final de Las Fiestas -ya lo dices tú- suponía volver a la rutina: las calles con poca
gente, después el frío, la nieve y Navidades que, nos alegraban un poco el semblante, y la noche de Reyes,
siempre con el misterio de los regalos. Buenas noches, amigo.
