¡Qué bueno, acabar de encontrarme con el servus! ¡Qué resonancias me han llegado a la cabeza! Casi saltan "chispas" al recordar la palabra: mi cabeza empezó a rebobinar con mucha rapidez, se revolucionó "el disco duro" como decimos ahora y lo primero que me vino a la mente fue una escena vivida en la cocina de nuestra
casa en la
calle Barquillo, en la que mi madre pronunciaba la palabra servus; era una palabra muy sonora, llamativa y para mí ha sido sinónimo de toda crema o pasta para limpiar los
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