A VUELTAS CON EL CASTILLO
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María Jesús Franco ha dejado claramente expresado, muchas cosas que no sabíamos sobre el Castillo de Herrera. Al
pertenecer a la última familia que fué dueña de la fortaleza, ha demostrado tener más datos que nadie sobre el
asunto y muchos se lo agradecemos.
Por lo que yo he podido leer, el origen de este Castillo es un poco dudoso. Se cree que de los primeros señores de la Villa, pasó a la familia Fernández de Velasco y que se construyó hacia los siglos XIV-XV. En el siglo XVIII
ya tenía un aspecto de bastante abandono. El 8 de Mayo de 1746, el Duque de Frías envía una carta al Ayuntamiento
dando permiso para coger: piedra, teja y madera, para restaurar la Puerta de Aguilar. Durante la Francesada, fué some
-tido a un saqueo devastador y quemado por las tropas Españolas, para que los "gabachos" no lo usaran de Cuartel
General. Más tarde, siendo propiedad de Jacinto Franco, se derriban paredes para hacer espacio que permitiera cele-
brar ferias de ganados. El 17 de Marzo de 1878, el Ayuntamiento compra el solar a Jacinto Franco con la idea de
convertirlo definitivamente en plaza de ganados. En diciembre de 1879, de 1000 pesetas para Obras Públicas, se des-
tinaron 435 pesetas para hacer un cobertizo.
Poco más puedo contar del Castillo que hubo en nuestro pueblo. Aunque me llama la atención la poca apreciación
que el Ayuntamiento de entonces demostró sobre los restos de todo un Castillo. ¿No había suficiente espacio en las Eras para hacer Ferias?. Total, que por unas cosas u otras, en Herrera sólo nos queda la Puerta Nueva. Una pena.
Ya en el siglo XX, se derribaron las tres paredes de mampostería con varias saeteras y el Castillo "pasó a mejor
vida". Por fín, fué demolido totalmente en los años 50 para hacer la Plaza de Toros. Un saludo.
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María Jesús Franco ha dejado claramente expresado, muchas cosas que no sabíamos sobre el Castillo de Herrera. Al
pertenecer a la última familia que fué dueña de la fortaleza, ha demostrado tener más datos que nadie sobre el
asunto y muchos se lo agradecemos.
Por lo que yo he podido leer, el origen de este Castillo es un poco dudoso. Se cree que de los primeros señores de la Villa, pasó a la familia Fernández de Velasco y que se construyó hacia los siglos XIV-XV. En el siglo XVIII
ya tenía un aspecto de bastante abandono. El 8 de Mayo de 1746, el Duque de Frías envía una carta al Ayuntamiento
dando permiso para coger: piedra, teja y madera, para restaurar la Puerta de Aguilar. Durante la Francesada, fué some
-tido a un saqueo devastador y quemado por las tropas Españolas, para que los "gabachos" no lo usaran de Cuartel
General. Más tarde, siendo propiedad de Jacinto Franco, se derriban paredes para hacer espacio que permitiera cele-
brar ferias de ganados. El 17 de Marzo de 1878, el Ayuntamiento compra el solar a Jacinto Franco con la idea de
convertirlo definitivamente en plaza de ganados. En diciembre de 1879, de 1000 pesetas para Obras Públicas, se des-
tinaron 435 pesetas para hacer un cobertizo.
Poco más puedo contar del Castillo que hubo en nuestro pueblo. Aunque me llama la atención la poca apreciación
que el Ayuntamiento de entonces demostró sobre los restos de todo un Castillo. ¿No había suficiente espacio en las Eras para hacer Ferias?. Total, que por unas cosas u otras, en Herrera sólo nos queda la Puerta Nueva. Una pena.
Ya en el siglo XX, se derribaron las tres paredes de mampostería con varias saeteras y el Castillo "pasó a mejor
vida". Por fín, fué demolido totalmente en los años 50 para hacer la Plaza de Toros. Un saludo.
Ángel, muchas gracias por tu información; entre unos y otros se van enlazando datos. Muy interesante la fecha que aportas de la compra por el Ayuntamiento de lo que quedaba del castillo, 17 de marzo de 1878; con esta fecha encaja bien que el comprador fuese Jacinto Franco Aguilar (un tatarabuelo mío, casado con Petra Zurita Abad), a su vez abuelo de Jacinto Franco García (mi abuelo paterno). Y, para seguir con el juego de nombres y apellidos, resulta que Jacinto Franco García, fallecido en 1952, conoció un nieto con su mismo nombre y los mismos apellidos que su abuelo, un nuevo Jacinto Franco Aguilar.