Fue una sorpresa de hace unos 12 años más o menos: llegar a Herrera y encontrarnos primero con el Negrito en las Cuatro Esquinas; enseguida caí en la cuenta de que era San Zenón y sin bajar del coche, enseguida apareció el Bigotes. ¡Qué emoción, a pesar de que sus caras habían cambiado! Parece que se sorprendió al ver cómo le hacía la foto. Íbamos con mi madre ya muy mayor para que disfrutara de Herrera y nos encontramos con ¡los Gigantes y Cabezudos! Nos dio mucha alegría.
María Jesús, dices que sus caras habían cambiado, pues te diré que el Negrito es el mismo restaurado, pero este que sale en la foto, no es el Bigotes, es otro de los que se trajeron años después. Los originales eran cuatro y ahora no sé exactamente cuantos hay. Saludos.