¡Qué bien lo has dicho! "Las
calles rebosaron de
color y alegría" ¡Qué día tan luminosos! Pudimos cargar bien las
pilas.
Y ¡cuántas
flores! La víspera, después de la
lluvia, permitió colocar una enramada anunciando
boda; la
ermita lucía bien las flores de la ceremonia y... ¿el
Parque? estaba preciosísimo: limpio, luminoso, brillaba el verdor y la frescura de las hojas.
Por muchas tapias se asomaban los rosales cargados de flores; eran como los descendientes de hace 50, 60 y más años. Es el trabajo
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