Las calles de Herrera rebosaron de color y alegría.... Un día especial para todos los allí reunidos.
Piedad Vallejo
Piedad Vallejo
¡Qué bien lo has dicho! "Las calles rebosaron de color y alegría" ¡Qué día tan luminosos! Pudimos cargar bien las pilas.
Y ¡cuántas flores! La víspera, después de la lluvia, permitió colocar una enramada anunciando boda; la ermita lucía bien las flores de la ceremonia y... ¿el Parque? estaba preciosísimo: limpio, luminoso, brillaba el verdor y la frescura de las hojas.
Por muchas tapias se asomaban los rosales cargados de flores; eran como los descendientes de hace 50, 60 y más años. Es el trabajo y el cuidado que no cesa de dar vida.
Y ¡cuántas flores! La víspera, después de la lluvia, permitió colocar una enramada anunciando boda; la ermita lucía bien las flores de la ceremonia y... ¿el Parque? estaba preciosísimo: limpio, luminoso, brillaba el verdor y la frescura de las hojas.
Por muchas tapias se asomaban los rosales cargados de flores; eran como los descendientes de hace 50, 60 y más años. Es el trabajo y el cuidado que no cesa de dar vida.